Abigail
Maldita la hora en la que se me ocurrió solucionar el problema con ese estúpido juego. Todos se pusieron de acuerdo y sacaron piedra así que perdí cuando saqué papel.
Tenía que haber dudado de ese intercambio de miradas.
¡Por primera vez en mi vida me gano algo y tiene que ser esto!
Intento pensar en lo positivo de todo esto, mi mente se llena di imágenes en las que Edward está dormido y no se da cuenta cuando lo estoy admirando.
Me reprimiendo a mi misma por esas imágenes pervertidas en mi mente, aunque no me guste admitirlo, me gusta la idea de verlo a escondidas.
Entro en la habitación y mi extraña fantasía se vuelve realidad, Edward duerme por el efecto de los medicamentos para el dolor. Su rostro magullado se encuentra en calma, su pecho está cubierto por una camisa blanca que le pusieron sus amigos cuando la enfermera lo bañó, este se mueve acompasado por su respiración. Su cabello está alborotado y me dan ganas de acomodarlo con mis dedos.
Una idea cruza mi mente como una ráfaga, rebusco en mi bolso y extraigo un cuaderno y unos carboncillos, vuelvo al sillón para admirar la figura frente a mí.
El chico en esa camilla demuestra la viva imagen del dolor, sufrimiento, culpa, tristeza y todo eso personificado en un cuerpo que para la sociedad actual es considerado sexy, pero para mi es algo más.
Con esa imagen frente a mí tomo el carbón y comienzo a pintarla.
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Me despierta un sonido, me quedé dormida después de terminar el dibujo de Edward. El sonido proviene de una enfermera que se está al lado de la cama revisando todos los aparatos.
—Perdón por despertarla.
—No se preocupe, ¿Está todo bien?
—Sí, es solo uno revisión de rutina. Su esposo está bien.
La palabra esposo saliendo se sus labios me recuerdan que esa mentira aumenta cada vez más y que como un volcán explotara en cualquier momento, pero por ahora voy a disfrutar de algo que desearía fuera verdad
Ver a la enfermera haciendo su trabajo me recordó aquellas noches en las que no podía dormir y venían las enfermeras a revisarme y yo fingía estar dormida, porque si me encontraban despierta me darían medicamentos para dormir y eso era peor porque apenas mis pupilas se escondían tras las pestañas las pesadillas me atacaban.
—¿Cómo va la inflamación? —cambio de tema para borrar los pensamientos que aún me atormentan.
—Mañana le haremos otra resonancia para comprobar, pero está disminuyendo a un ritmo considerablemente rápido. Sí sigue así podrá volver a casa pronto.
—Muchas gracias —ella asiente y me da una sonrisa antes de retirarse.
Cuando la enfermera se retira me acerco para tapar a Edward, sus leves movimientos hicieron que sus pies quedaran develados. Regreso al sillón y tomando el cuaderno sabiendo que me costará recuperar el sueño.
Comienzo a dibujar trazos sin sentido que se convierten en una silueta de un chico que conozco bien, pero esta vez no está en una cama después de haber recibido una paliza, está en la exposición donde nos conocimos entre mis cuadros, sonriendo.
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Mis ojos pesan, lucho contra el deseo de mantenerlos cerrados, pero un grito desesperado me hace abrirlos con rapidez. Me toma un momento salir de mi adormecimiento, pero otro grito me hace reaccionar.
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Luces y sombras ✓
RomanceSu pintura esconde un secreto y él hará lo posible por descubrirlo. •✦───────────•✧ Abby esconde su dolor tras una pintura con luces y sombras, nadie va a descubrirlo, o eso creía hasta que conoce a un crítico de arte que se empeña en descubrir s...