Luces y sombras ✓

Capítulo 15

Abigail

Mis amigos salieron de la habitación de Edward, un rato después. La curiosidad me picaba.

¿De qué habrían hablado?

—Abejita, creo que tenemos que hablar.

Sabía muy bien de que se trataría esta conversación, y había intentado evadirla por todos los medios posibles, porque decir esas palabras en voz alta las hacía reales.

Había llegado el momento que tanto temía y el dolor saldría a la luz, como una fuga de gas, sin control.

—Es verdad, llegó el momento de hablar. —le respondo en un tono de voz apenas audible.

Estoy desanimada, pero sé que Jack y Aisha estarán a mi lado, cuando llegue el momento de tomar esa decisión que marcará un gran paso en mi vida.

—Entonces... —Jack inició, para ayudarme sabiendo cuan difícil es para mi hablar de este tema.

—Entonces tendremos que hablar largo y tendido—complete la oración—, pero aquí no. No es el lugar correcto.

Ni el momento adecuado para hablar, además, no tengo la fortaleza aún para mencionar esas palabras.  

Aisha, que se encontraba en silencio decidió intervenir.

—Abby, tienes razón este no es el lugar correcto para tener esta conversación.

Siempre nos reíamos de ella por su forma de ver el mundo, todo rosa. Pero en los momentos serios era ella quien daba los mejores consejos.

—Gracias por comprenderme chicos —una sonrisa se posó en mis labios, no estaba sola.

Los tenía a ellos, mis amigos, mi familia.

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Regresamos a la habitación de Edward, para esperar a que el doctor de Edward.

La habitación se encontraba en silencio, algo muy raro, ya que Edward siempre que estaba con sus amigos se reía.

Me pegunto si este silencio tendrá que ver con la conversación que tuvieron con mis amigos, me dieron ganas de preguntarles, pero recordé donde estaba.

—Me alegra ver que ya estás mejor. —le dice Aisha y Edward le da una sonrisa en respuesta.

—El médico viene pronto a mostrarnos los resultados de los análisis y a ver como a avanzado la inflamación.

—¿No has tenido dolores de cabeza o mareos?

La pregunta de Jack me trajo recuerdos a esa parte de mi infancia en la que el médico decía que si Lana despertaba podría tener mareos o dolores de cabeza, a causa de la inflamación. En una de las charlas con el médico Jack estaba presente, así que lo recordó.

—Mareos no, solo un leve dolor de cabeza, pero ya me dieron analgésicos.

Los chicos se enfrascaron en una conversación sobre la salud de Edward, pero yo me mantuve en silencio. El pequeño encuentro que tuvimos Edward y yo hace unos minutos me seguía presionando en la cabeza.

Su actitud no me gustaba.

—Voy al baño. —le dije a en un tono bajo, antes de salir de la habitación.

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Edward

Unos minutos después de que la gatita salga aparece el doctor.

—Buenas tardes, traigo los resultados de loa análisis. No veo a su esposa Sr. Woods.

—Fue al baño, en un momento está aquí. —le responde Aisha adelantándose.

—Lo siento Sr. Woods, pero tendré que darle los resultados sin su esposa presente. Tengo muchos pacientes que atender y no puedo retrasarme.

—Quería que su esposa estuviera presente para darle la noticia juntos, pero ya

—Bueno quería que ella estuviera aquí para darle la noticia a todos juntos, pero ya que no está ustedes se encargarán de decirle.

»—Traigo buenas noticias, a raíz de los análisis que e hicimos esta mañana se determinó que mañana saldrás de alta. Estos arrojaron que la inflamación en tu cerebro había bajado por completo y no tienes más ningún daño a excepción de los golpes en tu cuerpo.

Cuanto termino de decir esa oración una gran alegría lleno mi pecho.

—Ah, eso sí —volvió a hablar el doctor— debes cuidarte mucho y ante cualquier dolor principalmente en la región de tu cabeza debes venir inmediatamente.

Un alivio recorrió mi cuerpo, podría salir de aquí, pero eso no me daba la certeza de que los problemas se iban a terminar. Al contrario, estaría más cerca de las garras del Sr. A.

—Ahora puedes respirar tranquilo —me dijo Theo con una sonrisa—, todo va mejorando y resolveremos los problemas con esos.

No mencionó el nombre para no alertar a los amigos de Abby, no quería que ella sufriera por los problemas de los demás. En especial por los míos.

—Chicos, Abby no me responde los mensajes. —la voz de Jack hizo que mi corazón se detuviera.

—Algo le pasó, estoy segura. —añadió su hermana.

—Estará en una emergencia femenina —dijo Dennis.

—No entiendan verdad —dijo Aisha con la voz entrecortada— no la conocen, Abby siempre responde los mensajes y no sé ustedes, pero nosotros si vamos a buscar a nuestra amiga.

Ambos salieron de la habitación dejándonos procesando sus palabras.

—¿Y si está en peligro? —la preocupación comenzaba a llenarme.

—Está en hospital Ed, no puede meterse en muchos líos.

Una imagen de mi pesadilla de anoche llenó mi mente.

No. No dejaré que le haga daño.

—Saben el poder que tiene Sr. A. —al terminar de pronunciar las palabras intenté ponerme de pie he ir a buscarla, pero los puntos en mi costado tiraron e hice una mueca de dolor.

—Ella va a estar bien —afirmó Dennis.

—Voy a buscarla, pero tranquilizante —dijo Theo caminando fuera de la habitación.

Yo rogué que no le hubiera ocurrido nada.

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Abigail

 
Con suspiro pesado salí del sanitario, retomé el camino por el cual vine cuando una enfermera se me acercó.

—Buenas tardes, señorita.

—Buenas tardes —le devolví el saludo.

—Le pido por favor que tome el otro pasillo, hubo un accidente en la carretera central y todos los heridos se encuentran en esta sección.

—¿Por dónde puedo ir?

—Tome este pasillo recto y al final doble a la derecha.

—Oh, muchas gracias —me despedí y tomé el pasillo que me recomendó.

Mi camino transcurrió normal, pero mis pasos fueron disminuyendo al entrar a un área que reconocía muy bien.

Me detuve abruptamente y un fuerte dolor llenó mi corazón, el cual comenzó a latir desenfrenado al ver una puerta.

Esa puerta que no había visto desde hace ocho años.