Capítulo 50

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Capítulo dedicado a CarolMin1303✨❤️

Abigail

Silencio. Esa fue la primera reacción que tuvimos todos. Seguida por una expresión de asombro, todos permanecimos incrédulos ante la imagen frente a nosotros.

¿Y yo?

Yo solo miraba a mi hermana. Lana seguía igual a como la había visto en el hospital. Su pálido rostro, con una expresión de cansancio y a la vez de fortaleza.

No entendía el porque estaba de pie, o despierta, solo tenía seguridad de algo. Mi hermana estaba viva y parada frente a mi.

—¿Qué es esto Lana? —la voz del Sr. A se escuchó tan firme que me hizo saltar en mi lugar.

—¿Esto? —preguntó burlona—. Esto es algo que tenía que haber hecho hace años.

—Deja de decir idioteces. Sal de aquí y llévate a tu amiga. —señalo con un dedo a mi hermana.

—¿Amiga? Cada vez me desilusionó más de ti. —dice negando.

—¿Por qué dices eso? —encaró una ceja.

—Porque no reconoces a tu propia hija. —masculla.

—Claro que te reconozco, ¿Por qué dices eso?

—Porque no hablo de mi. —Lara se acerca a mi hermana posicionándose a su lado—. Te presento a tu otra hija, padre.

Una mano me rodea sujetándome y evitando que caiga al suelo. Y la reconozco de inmediato. Pertenece a Edward. Quien aprovechó el momento para acercarse a mi, ya que todos prestaban atención a las palabras de Lara.

—¿Qué estás diciendo? —bufa el Sr. A.

Eso mismo me pregunto yo, sus palabras no dejan de dar vuelta en mi mente, pero no le hayo ningún sentido.

¿Cómo mi hermana sería hija del Sr. A?

—Estoy diciendo la verdad ¿Quieres que te cuente como me enteré de todo esto?

—¡Por supuesto! Me debes una explicación.

—Pero yo no te la daré. —exclama Lara.

—Lo haré yo. —anuncia mi hermana hablando por primera vez.

El tono de su voz es más maduro y ahí es que entiendo que mi hermana ya no es la adolescente que jugaba conmigo. Ya es una mujer y no pudo disfrutar su vida todos estos años por mi culpa.

—¡Díganme que está pasando de una vez!

—No te tienes que alterar, papá —dice con tono burlón mi hermana—. Pero te recomiendo sentarte porque la historia es larga.

—¡No me voy a sentar hasta que me digan de que demonios hablan! —grita frustrado.

—Si me permites, yo sí lo haré. —anuncia mi hermana tomando lugar en la mesa justo en frente del Sr. A y sin una gota de miedo—. Es que desperté hace unos días después de estar muchos años en coma y sigo un poco exhausta.

—¡¿Qué?!

—A verdad, ya me adelanté mucho en los hechos de la historia.

Con la mirada matadora que le da el Sr. A a mi hermana hasta yo temblé, pero ella no dio ningún signo de miedo. Lo que me llevaba a cuestionarme.

¿Qué pasó con la dulce de mi hermana?

—Empieza a hablar de una vez antes de que te obligue a hacerlo.

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