Abigail
Termino de colocarme el vestido y miro mi reflejo en el espejo, mi cabello sigue un poco húmedo por la ducha y he decidido no maquillarme.
Respiro profundo e intento adivinar donde será que Edward me llevará, pero mis neuronas no quieren cooperar y no aportan ideas.
Sonrío por última vez antes de abrir la puerta. Nuestra habitación se encuentra solitaria, mi ceño se frunce ante la interrogante de ¿Dónde estará Edward?, pero inmediatamente se borra al escuchar su voz en el salón.
—¿Está todo listo?
Por un momento creo que está hablando por teléfono, pero escucho otra voz que me confirma que habla con alguien.
—Todo listo, las obras están en el lugar pactado al igual que la comida.
¿Obras? ¿Hablan de pinturas?
—Perfecto, ¿Y el área? —vuelve a preguntar Edward.
—Está en estos momentos siendo despejada y...
El hombre fijó la mirada en mi llamando así la atención de Edward.
—Gatita ¿Qué haces ahí? —se puso de pie y caminó en mi dirección.
—E...eh, nada.
Por un momento pensé que me diría algo por estarlos espiando, por el con contrario sus labios dibujaron una sonrisa.
—Puedes irte.
Le dijo al hombre con quien conversaba hace un momento, el cual se retiró, no sin antes darle una sonrisa cómplice.
Algo traman estos dos.
—¿Quién era? —no pude evitar preguntar.
—Un trabajador del hotel. —respondió y algo en su rostro me decía que mentía.
—¿Y qué quería?
—Preguntarme algo respecto al pago. —mueve las manos en un gesto de nervios.
—Ok. —murmuro no muy convencida.
—Bueno, ¿Lista para irnos?
Asentí con una sonrisa, después averiguaría lo que trataba.
—No olvides el abrigo. —dice cuando ya había comenzado a caminar.
No le respondo, pero si camino hasta la habitación y justamente encima de la cama está mi abrigo, lo tomo y miro a mi alrededor por si he olvidado algo antes de volver al salón.
—¿Lista?
—Lista.
Ambos salimos tomados de la mano y un frío me recorre haciéndome estremecer, Edward se pega más a mí y me mira con una clara expresión de te lo dije.
—Gatita. —murmura de repente.
—¿Hmjum?
—¿Ya te dijo que te vez hermosa? —su pregunta me hace sonreír.
—No.
—Pues te lo digo ahora, te vez hermosa.
—Gracias, tú también te vez...
Las palabras se quedan inconclusas cuando detallo su cuerpo, viste todo de negro, la camisa magas largas está ajustada a su cuerpo detallando sus músculos y aunque no lleva saco ni corbata, se ve como un ángel oscuro.
—¿Te deje sin palabras?
—Sí —dejo de caminar—, pareces la personificación de las sombras y la oscuridad.
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Luces y sombras ✓
RomanceSu pintura esconde un secreto y él hará lo posible por descubrirlo. •✦───────────•✧ Abby esconde su dolor tras una pintura con luces y sombras, nadie va a descubrirlo, o eso creía hasta que conoce a un crítico de arte que se empeña en descubrir s...