Luces y sombras ✓

Capítulo 37

Sr. A

El repiqueteo de mis dedos contra la madera de la mesa es la única forma en la que puedo controlar mi ansiedad.

A mi alrededor permanecen algunos de mis hombres, todos en silencio, todo expectantes a mi reacción. Frente a mi está situado un sobre que he esperado con ansias desde que lo envíe a investigar.

¿El contenido?, no sé que es.

No he tenido el valor de abrirlo y saber que encontraré. Tan solo con saber el hecho de que trata de... ella, ya me revuelve el estómago.

—¿Qué puedo encontrar en ese folio? —le pregunto al hombre que fue indicado a investigar sobre este tema.

—¿Disculpe? —pregunta confusa.

—¿Cuán preparado tengo que estar para saber lo que encontraste? —reformule la pregunta.

—No sé si esto solucionara su interrogante, pero, el contenido del sobre está muy relacionado con Rose Breen.

La sola mención de su nombre hace que mi mente se dispare, millones de teorías llegan a mi mente, y la mayoría de ellas no son para nada buenas.

—Retírense todos de la habitación. —ordené.

—Jefe no creo que sea oportuno que...

—Creo que no escucharon bien —desvió la atención del sobre hacia los hombres frente a mi—. Fue una orden y las ordenes...

—Se acatan. —dijeron al unísono antes de comenzar a retirase.

Cuando la sala quedo vacía —a excepción de la presencia del investigador y la mía— le hice un gesto al hombre frente a mí, para que tomara un lugar frente a la mesa.

—¿Qué investigaste sobre el accidente? —le pregunto de forma directa.

—Todo lo que descubrí está en ese folio. —dijo señalando el objeto frente a mí, que aumentaba mi ansiedad.

—Lo sé —crucé los dedos mientras lo miraba fijamente—, pero quiero escuchar por tus propias palabras lo que descubriste, y después leeré el informe.

—Bueno... —tragó sonoramente— el accidente fue provocado por el choque de dos autos.

—Eso lo supuse. —asentí para afirmar mis palabras.

—En el auto se encontraron cuatro cuerpos, dos de ellos de niñas. —exclamó.

—Supongo que una de ellas es Abigail —acoté.

—Correcto. —abrió el portafolio y del sacó una pequeña foto, en ella se encontraba una pequeña niña con un suéter con una abeja, que supuse sería Abigail.

—Tenía 8 años cuando paso el accidente, ella se encontraba en la parte de atrás del auto, junto a la otra niña. Cuando las encontraron, ella no llevaba cinturón de seguridad, por lo que fue un milagro que sobreviviera al accidente.

—Yo no creo en milagros. —me ignoró y siguió hablando.

—En el lado del conductor se encontraba Thomas Cooper. —sacó una foto mostrándome al hombre, el cual no conocía— la causa de su muerte se debió a un golpe que le rompió el cuello y murió inmediatamente.

—¿Y la muje? —mi voz se quebró.

—Rose Breen—pronunció su nombre mientras me mostraba una foto.

Era ella, Rose. En la foto aparecía su cuerpo rígido y sin vida. Y no importó nada más, no me importó que mis hombres no trajeran a Abigail, no importo la deuda; ahora solo importaba ella.