The Omega's Power: A MewGulf AU [TERMINADA]

Capítulo 5

N/A:

Woww, muchas gracias por 200+ lecturas. No saben lo emocionada que estoy porque les gusta la historia 🥺🥺

Aquí un regalito de nuevo con muuucho MewGulf. Parece un capítulo de relleno pero, spoiler, no lo es🌝🌚.

Ya saben que me ayudarían muchísimo si comparten la historia.
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Mew

Mew no supo que estaba conteniendo el aire hasta que la voz de Gulf lo hizo caer en cuenta. El chico musitó un tímido "no lo sé", tan inaudible que, de no haber sido por sus sentidos súper desarrollados, el príncipe no habría sido capaz de escucharlo. Su aroma, que hasta ese momento había pasado a segundo plano para el príncipe, ahora llenaba el despacho con tinte de vergüenza.

Una naranja un tanto agria con jazmines algo marchitos.

—¿Qué sabes de las leyendas de la tribu, Gulf?—preguntó Mew con curiosidad evidente en su tono de voz. El rostro del moreno lo dijo todo: no sabía de qué le estaba hablando.

—¿T-tribu?—preguntó extrañado el joven.

Fue ahí cuando relajó sus hombros y, colocándose en pie, le extendió la mano al omega: —Ven conmigo. Debes saber algo.

No había lugar más indicado para hablar de la historia del Reino que el despacho de su padre. Toda profecía, mito o leyenda de los antepasados estaban consignados en cientos de libros que el Rey guardaba celosamente, algo que también él heredaría cuando se convirtiera en monarca.

Aún confundido y algo reacio, Gulf aceptó la mano del alfa. De inmediato, Mew sintió un corrientazo fugaz recorrer su cuerpo y ambos se separaron. Fue tan corto que podría pensar que fue producto de la imaginación, pero al mismo tiempo tan fuerte que no daba pie a segundas interpretaciones.

Gulf se veía también afectado y la confusión no abandonaba su rostro. Mew no lo decía a viva voz, pero el chico temía que todo esto fuera demasiado para el omega cuyo aroma ahora reflejaba miedo e inseguridad. En ese momento deseó no haber ingerido ningún inhibidor y poder calmarlo con su olor.

Y marcarlo con mi aroma, para que huela a mí y todos sepan a quién pertenece, pensó. Su alfa parecía complacido con ese pensamiento.

Ahora solo le quedaban las palabras, así que volvió a extender su mano a la espera de que el chico la aceptara nuevamente: —Confía en mí, Gulf. No te haré daño.

Y pasados varios segundos, la expresión de Gulf se relajó. Aceptando su mano, Mew volvió a sentir el corrientazo en forma de calor que se extendió por todo su cuerpo. Era algo más agradable que una simple chispa. Algo más fuerte. Con su omega al lado, caminó a paso corto hacia una puerta pequeña ubicada a un costado del despacho.

***

Gulf

Gulf había visto miles de "puertas secretas" en las películas que veía con su hermana. Sin embargo, nunca pensó que estaría frente a una y menos que diera paso a una agradable habitación repleta de libros, dos muebles y una mesa de color marrón. A pesar de ser pequeña, el cuarto tenía suficiente ventilación y luz.

—¿Qué es este lugar?—Se atrevió a preguntar el chico. Aún con las manos entrelazadas, Mew lo condujo hacia uno de los muebles y le invitó a sentarse. Una vez allí, habló:

—Vamos a llamarle el Archivo Histórico del Reino. Es la colección personal que el Rey tiene sobre las tradiciones e historias que dejaron nuestros antepasados.