Gulf
Gulf se removía incómodo mientras avanzaban en la vía que comunicaba a la villa de Chiang Mai -de insuperable belleza y riqueza- a la modesta pero igualmente hermosa villa de Mae Hong Son. En su interior, el omega aún se sentía indigno de ser el elegido por el príncipe para estar a su lado, y disfrutar de tanta hermosura solo le hacía arder su corazón.
¿Qué pasa si al final no soy yo? Se preguntaba una y otra vez. Quizás deberías dejar de preocuparte y disfrutar, se contestaba él mismo. Soltando un suspiro hondo, el chico se decidió a dejar sus preocupaciones a un lado y saborear la especie de libertad que tenía con Mew. Empezó agradeciendo a la Diosa Luna por la oportunidad de poder conocer algo más que las cuatro paredes de su cuarto en Thonburi y de poder tener a alguien como Su Alteza de alfa.
Mew, mí Mew.
Gulf carraspeó. Sin embargo, al posar sus ojos en la figura que tenía frente a sí, en la mandíbula masculina y perfectamente esculpida del príncipe y sus facciones que parecían haber sido talladas por la Diosa Luna, el chico no pudo evitar perderse en cada uno de los detalles de su alfa.
Mew es hermoso, pensó. Para Gulf la belleza era un tema complicado de digerir, pues aunque su hermana y madre le aseguraban que él era lindo, nunca pudo sentirse cómodo en su propia piel. Sin embargo, a él le agradaba ser bonito para las personas más importantes de su vida.
—Ahora lo entiendo—soltó Mew de sopetón. Gulf lo miró perplejo, sin vergüenza alguna por seguir registrando al príncipe con la mirada.
—Ahora comprendo por qué no querías ir a tu villa.
—Oh—dijo Gulf. El omega se aclaró la garganta.
—Puedo intuir que fue difícil ser el único omega hombre, pero si a eso le sumamos lo que me has contado...—Mew no terminó la oración. En cambio, cambió su posición y se postró a un lado del omega. —Eres muy valiente, Gulf.
Un suave rojo tiñó las mejillas del chico.
—No puedo creer que hayas pasado por todo eso, pero te prometo que jamás volverás a experimentar algo similar.
—¿T-tú no me harás ir a Thonburi?
Mew negó con la cabeza: —No si tú no quieres ir.
—P-pero me gustaría que conocieras a Grace y Mae.
—Lo haré cuando invitemos a tu familia a Palacio.
—¿Sigues con ese plan?—preguntó Gulf un tanto escéptico.
Mew suspiró, tomando su mano: —Debemos seguir las formalidades, cariño. Eres un omega, es natural que deba pedirle la mano a tu padre.
Al instante en que el príncipe pronunció esas palabras, Gulf frunció el ceño y soltó la mano de Mew: —¿Para qué? Si parece que todos ya tienen resuelto nuestro compromiso y fue anunciado a Los Nobles.
El omega podía sentir su cuerpo empezar a calentarse lentamente, ocasionando que su cabeza doliera y su boca comenzara a sentirse reseca.
—Bueno, esto es más una tradición...
—¡¿Y de qué vale?!—bramó el chico. —No creo que mi padre se atreva a decirle que no al mismísimo Rey, ¿o si?
—N-no, p-pero...
—¡Pero nada! ¡No quiero a ese hombre en el Palacio! ¡No quiero verlo nunca más en mi vida!
Los ojos de Mew denotaban desconcierto pero a Gulf le importaba poco. El calor de su cuerpo iba en aumento y el chico no podía contenerse.
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The Omega's Power: A MewGulf AU [TERMINADA]
FanfictionEl Rey Alfa de Tailandia había anunciado que todas las omegas casaderas, vírgenes y sin mordida debían presentarse cual ganado al Palacio Real para el Baile Anual de los Nobles en Bangkok. ¿La razón? Podrían convertirse en la próxima princesa del re...