Capítulo 15

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Mew

Mierda.

La cabeza de Mew daba vueltas mientras las palabras de Gulf hacían eco en sus oídos. El poco autocontrol que quedaba en el cuerpo del príncipe se desvaneció cuando el omega pronunció aquellas palabras mientras todo su cuerpo le indicaba que Gulf empezaba a experimentar oleadas de calor.

No era su celo, pero casi.

—Alfa, a-arde—gimoteó Gulf lanzándose sobre el royal quien no dudó en tomarlo entre sus brazos y correr hacia el automóvil para emprender el trayecto de vuelta hacia el Castillo.

Ya en la parte trasera, Gulf no dudó ni un segundo en instalarse en el regazo de Mew, mientras iniciaba un tortuoso menear contra las caderas del príncipe. La cabeza del omega descansaba en el cuello del alfa, justo a la altura de las glándulas que, debido a los inhibidores, no emanaba un olor tan fuerte pero sí lo suficientemente poderoso para calmar un poco al chico.

—M-mew, quiero...—El omega pasó su lengua por el cuello del príncipe. —Chocolate.

Mew suspiró. No supo cómo pero logró contenerse y no tomar allí mismo a Gulf. Sin embargo, el vaivén de las caderas de Gulf no se detenía y su entrepierna -ya crecida- empezaba a doler un poco.

La suya tamb- ¡Calla!

—Calma, cariño. Ya casi.

—¿Si?—preguntó el omega cuya voz dulce era aún más seductora. —¿Cuidarás de mi, alfa?

—Si. Cuidaré de ti, Gulf.

Piensa en geografía. Sí. Países. Reinos. C-continen-

—Eres hermoso, Mew—Esa simple frase fue suficiente para que Mew fuera sacado abruptamente de sus pensamientos y fijara sus ojos en el chico que tenía frente a sí. Gulf posó suavemente su mano y delineó cada una de las facciones del príncipe, todo bajo la atenta mirada del alfa cuyas pupilas estaban oscurecidas por el deseo.

—Eres el alfa más hermoso que he conocido. No puedo creer que seas todo mío —Siguió Gulf. Y aunque en el fondo Mew sabía que la repentina confesión del chico se debía a que su celo empezaba a inhibirlo de cierta manera, el príncipe no podía hacer más que disfrutarlo.

—¿En serio?—Lo motivó. Mew encaró una ceja notando cómo Gulf detenía el menear de sus caderas y se empezaba a acercar más a su rostro.

¿Acaso sabe lo seductor que es?

—Si. Eres...hermoso. El más hermoso de todo el mundo. Tus ojos son enormes y expresivos, y tu sonrisa es la más brillante que he conocido en toda mi vida. Eres alto, fuerte y hueles a chocolate. Eres un sueño, Mew. ¡Y eres todo mío!—Gulf finalizó con una risita corta mientras que, con la mano que delineaba al alfa, acarició la mejilla del mismo.

Mew no podía hablar de la emoción. Así que no fue sorpresa encontrarse con el ceño fruncido del chico:

—¿Soy hermoso, Mew?—preguntó Gulf. —¡Huf! No puedo creer que no creas que yo también soy hermoso. Seguro te gusta esa omega estúpida del Castillo, pero está bi-

Es tan lindo, pensó Mew mientras cortaba el discurso de Gulf con un beso que, luego de varios segundos, profundizó. Sus lenguas juguetearon sin ningún ritmo en mente, solo dejándose llevar por lo que le pedían sus instintos.

—Lo eres, cariño. El más hermoso de todos.

Y volvió a besarlo.

Gulf

The Omega's Power: A MewGulf AU [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora