Capítulo 2

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Gulf

Gulf nunca había visto tanto lujo en su vida. Desde la entrada de Bangkok hasta la puerta principal del gran Castillo Madee Preecha, el chico solo podía preguntarse si el viaje estaba sucediendo o todo se trataba de un sueño. Era demasiada belleza y perfección, algo con lo que el joven omega estaba poco familiarizado.

—¡Wow! ¡Esto es increíble!—gritó Bow quien se encontraba a su lado. La chica de cabello ondulado y ojos grandes no había dejado de parlotear durante las ocho horas que tardaron desde Thonburi hacia la capital tailandesa.

Pero Gulf no se quejaba: la "conversación" (pues solo la chica hablando y él asintiendo), y su olor a canela y miel lo hicieron sentir cómodo. Para un chico cuya mejor amiga era su hermana mayor y quien no se relacionaba más que con su madre, encontrar a alguien tan agradable como Bow le hizo bajar un poco la guardia.

Eso, por supuesto, no tardó en ser reemplazado por miedo. A excepción de la omega, el resto de chicas con las que viajaban, no dudaron en dejar mostrar con su aroma que lo creían un rarito. En vez del festín de feromonas mostrando felicidad, algunos olores empezaron a resultar rancios y añejos, con tinte de asco y algunos de miedo.

No sé qué es peor, si eso o la mirada de la gente de Palacio que vino por nosotros, pensó. En efecto el chico no pasó por alto la cara de desconcierto de los conductores y guardias que los recogieron en su villa.

¿Es de verdad tan raro ser omega hombre? Se preguntó Gulf. Pero no hubo tiempo de cuestionarse pues, según los encargados de transportar a las omegas a Palacio, el chico contaba con todos los papeles y solicitudes en orden.

Por eso, cuando estuvo frente al Noble Boom, no le sorprendió la pregunta que le hizo:

—¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?

Era la misma pregunta de nuevo, pero esta vez de boca del Noble Boom, Beta y mano derecha de Su Majestad el Rey.

—Disculpe nuevamente, Noble Boom—dijo Gulf realizando una ligera inclinación en señal de saludo, como tradicionalmente se realizaba en territorio tailandés—Me llamo Gulf.

—Bienvenido, Gulf—dijo Boom con cautela, observando la pequeña píldora que yacía en la palma de la mano del chico. ¿Qué hace este chico aquí?

Por su parte, Boom decidió seguir el protocolo real y, con diplomacia, resolver uno a uno los problemas. De todas formas, era la mejor manera de enviar a quien sea que fuera este chico de vuelta a su villa.

—¿Quién le entregó este inhibidor?

—No lo sé, no pregunté el nombre—Admitió el chico.

Boom arqueó la ceja. ¿Se está riendo de mi? Sin embargo, lo dejó pasar y retiró el inhibidor de la mano de su acompañante.

—Le ofrezco disculpas, Gulf.

—¿Disculpas? ¿Por qué?—preguntó Gulf confundido.

—Alguien debió confundirse y entregarle inhibidores para omega por error.

Gulf emitió una sonrisa corta: —Oh, no se preocupe Noble Boom. No fue un error. De hecho, ya ingerí uno antes, por eso creo que no debo tomar otra dosis antes de que acabe el efecto.

En ese momento, Boom frunció el ceño: —¿De qué me está hablando? ¿No vino usted como chaperón de una omega?

—¿Chape-qué?

—Chaperón. Como acompañante de una chica omega.

Al ver que el chico no respondía, prosiguió con exasperación en su tono:

The Omega's Power: A MewGulf AU [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora