Capítulo 30 -PARTE UNO

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N/A:

Antes de que lean me gustaría ofrecer una disculpa por la tardanza. En realidad tuve que dividir este capítulo para poder publicarlo antes porque estoy realmente ocupada /muchas cosas sucediendo al mismo tiempo xd/ pero no quería hacerlxs esperar más.

Espero les guste y esspeeeero publicar el fin de semana la siguiente parte.

Un beso,

W.

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Gulf

Su lobo lo supo. Los instintos de Gulf lo motivaron a correr cuando vio cómo la turba se dispersaba, teniendo en mente solo una cosa: proteger a todos, incluso a quienes iban a cometer tal delito.

Si bien no había podido hablar con Mild, sabía que algo había cambiado en aquella fiesta: su poder apenas se manifestaba cuando se encontraba en su forma de lobo, pero ante Delilah lo había hecho como humano. No sabía si aquello había sido fortuito, pero nuevamente había echado mano de sus impulsos para correr hacia la multitud.

Debo proteger a mi pueblo, a los niños, a los que sufren.

—¡¡Alto!!—bramó. Su voz sonaba más ronca que de costumbre y sintió cómo aquella fina capa de humo magenta lo volvía a envolver. Sin embargo, para él fue más que evidente que el poder regresaba a su cuerpo cuando aquella sensación indescriptible de sed de sangre se extendía por todo su cuerpo.

Esta vez no quería provocar dolor. Esta vez haría lo correcto.

—¡¡Gulf!!—La voz de su alfa sonaba lejana, pero gracias a sus sentidos avanzados la pudo percibir. Sin embargo, aquel grito no fue suficiente para que el omega olvidara su misión.

—¡Silencio!—Gulf observó como el Rey lo miraba. Si bien había cierto tipo de recelo en sus ojos, el monarca tailandés no podía evitar su conmoción: le temía como todos lo hacían en aquel lugar. —Su Majestad.

El Rey jadeó: —¿Que...? ¿Qué locura es esta? ¿Gulf?

La mirada del menor fue suficiente para que el Rey tragara en seco. No obstante, el omega prosiguió: —Ordene que detengan la masacre que planean perpetrar. Este es su pueblo, no cualquier pedazo de carne del que puede disponer cuando quiera.

Pasados unos segundos, el Rey aclaró su garganta: —¿Qué le sucede a tu omega, Mew?

Mew, por su parte, apretaba ambas manos al costado de su cuerpo. Gulf sabía de antemano lo mucho que su alfa se estaba controlando, incluso cuando su cuerpo estaba dominado por aquel instinto.

—Gulf está siendo sensato—replicó Mew.

—Hablo de su físico, él...—El Rey señaló al chico. —¡Sus ojos son magenta y su voz gruesa!

Mew asintió y una sonrisa divertida se posó sobre sus labios: —¿No es increíble?

—¡¡Suppasit!!—Los ojos del Rey se ensancharon. —Estos no son momentos para bromas. Ordenale a tu omega que retroceda, los alfas y betas nos haremos cargo de la situación.

Algo dentro de Gulf hizo click. Se sintió como una sacudida, como un temblor que recorrió todo su cuerpo y le hizo ser aún más consciente de la situación en la que se encontraba. La guardia y su futuro suegro lo observaban con recelo y prevención, así que debía actuar pronto: debía dejarlo salir.

—No me queda otra opción—murmuró para sí mismo. —Perdón, Mew.

Dolor.

Y acto seguido, Gulf sintió la espesa capa de humo magenta extenderse por todo el lugar causando gritos, lloriqueos y lamentos al unísono. Sin embargo, el único alarido que retumbó en sus oídos fue el de cierto monarca que empezaba a gimotear mientras se retorcía de dolor en el suelo.

The Omega's Power: A MewGulf AU [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora