Narrador
—¿Todo está listo?
La persona con la que hablaba asintió.
—¿Recibiste el pedido de inhibidores que hice? No quiero escatimar en eso esta vez...
Suspiró: —Sí. Todo está cubierto.
—¿Y los...?
—¡¡¡Boom!!—exclamó la persona, exasperada. —Te he repetido mil veces que todo está en orden. ¿Qué más quieres?
Boom rodó los ojos: —Perdón, ¿De acuerdo?—Luego, pasó sus manos rápidamente sobre su cabello para calmar su nerviosismo. —No todos los días se casa el Rey.
Había llegado el día. Después de un año de charlas, viajes diplomáticos, dificultades como padres primerizos y una propuesta muy romántica, Su Majestad Mew Suppasit y Su Excelencia Gulf Kanawut unirían sus vidas a través del sagrado vínculo del matrimonio.
El pueblo estaba extasiado. Después de una vida entera de omegas femeninas como Luna, coronarían al primer omega masculino quien, además, ya era Rey. Por ende, Onix pasaría a ser territorio de Tailandia, convirtiéndose en la villa más grande jamás conocida en el Reino. Un sitio que habían adoptado como suyo, así como a los hermanos de Gulf.
El proceso burocrático, sin duda, tuvo incidencia en la tardanza de su matrimonio, pero eso a los chicos no les importaba. El largo papeleo era necesario para que todo tuviera validez una vez se consumara la unión. En el fondo, tanto el alfa como el omega sabían que su vínculo no solo era debido al amor: Tenía mucho de responsabilidad.
Por eso cuando Gulf se vio frente al espejo con su traje blanco ceñido al cuerpo y con su cabello encrespado, lo primero que pensó fue: "Por fin". El chico sonrió. Después de casi dos años de vivir junto a su alfa, le parecía increíble como alguna vez tuvo duda de que quería unir su vida a la de él para siempre.
Sin temor alguno, el omega estaba decidido a dar el sí con gusto, sabiendo que tendría a Mew no solo como el amor de su vida, sino como su amigo, confidente, protector y par. Su equipo.
Lo amo tanto, Diosa Luna, pensó y suspiró.
—Uh, uh. ¿Qué fue ese suspiro?
Gulf giró su cabeza en dirección a la puerta, el lugar de donde provenía el sonido, para encontrar a su mamá con Nana en sus brazos.
Natasha ya tenía un año de vida. Su celebración no fue menor, pues a la fiesta fueron invitados no solo la crème de la crème tailandesa, sino líderes de los Reinos del Mundo junto a sus hijos. La princesa recibió toda clase de obsequios: costosos, baratos, simbólicos, infantiles, entre otros. Sin embargo, su favorito fue comestible: un pastel de chocolate con ganache de naranja.
—Mamá—Saludó Gulf.
—Dada, Dada—Llamó su hija quien extendió sus pequeñas manitas hacia el omega. —Dada, Dada
—Ven acá, princesa—Gulf tomó hábilmente a Nana de los brazos de su abuela, quien peinó rápidamente a la niña.
Nana tenía un vestido corto pero abultado con tonalidades azul cielo. Iba a juego con su madre y hermana quienes también vestían del mismo color, salvo por la hebilla que era roja.
—¿Fue Mew quien escogió el atuendo de Natasha?—Gulf asintió. Veera abrió su boca sorprendida. —Es hermoso. Sin duda tu alfa tiene buen gusto.
—No por nada se casará conmigo—dijo el chico sonriendo pícaramente. Su madre rió.
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The Omega's Power: A MewGulf AU [TERMINADA]
FanfictionEl Rey Alfa de Tailandia había anunciado que todas las omegas casaderas, vírgenes y sin mordida debían presentarse cual ganado al Palacio Real para el Baile Anual de los Nobles en Bangkok. ¿La razón? Podrían convertirse en la próxima princesa del re...