The Omega's Power: A MewGulf AU [TERMINADA]

Capítulo 27- PARTE UNO

Hola, aquí W.

Si, leyeron bien: PARTE UNO.

Actualizo hoy porque mañana estaré algo ocupada.

Nos vemos con la parte dos y más sorpresas el próximo fin de semana,

¡Uno beso!

______________________________________________________________

Gulf

Gulf nunca se sintió bonito. A decir verdad, el chico sabía que sus cualidades como omega no eran las mismas que si hubiera nacido con el género primario femenino pues, a pesar de que poseía algunas curvas, su cuerpo no era tan elegante ni estilizado como las chicas de su subgénero. Sin embargo, viéndose allí frente al espejo de su habitación vestido con aquel traje blanco, podía ser una de aquellas veces donde se sorprendió de lo bien parecido que era.

Su traje era a la medida, ni muy ceñido al cuerpo ni tampoco ancho. La pieza de tela se acentuaba perfectamente a su cintura y glúteos, delineando su figura y haciéndolo parecer muchísimo más delicado. Sus zapatos eran negro tonalidad azabache y el único destello de color provenía del escudo del reino que portaba en su pecho. Sin embargo, su mirada se detuvo en la forma de su estómago.

Fue inevitable para el omega no dejar vagar su mente en la conversación que había tenido con Grace: aquella que lo dejó más inquieto de lo normal.

"—Tú y el príncipe, ¿se cuidaron?

—Querrás decir "el príncipe y tú"—replicó el chico rodando los ojos. Grace bufó.

—Concéntrate, ¿quieres? Estoy hablando en serio, Kanawut—Gulf cuadró sus hombros ante la mención de su nombre por parte de su hermana.

—Perdón—dijo el chico rápidamente. —Pero no sé a qué te refieres, Phi Grace.

—¿Ustedes...ya sabes, cuando hicieron eso...?

Gulf abrió los ojos como plato: —¡Oh, eso!—El chico meditó por un segundo la respuesta, aunque aquella fuera obvia—Y-yo, es decir, Mew y yo no...

Grace suspiró pesadamente. —Entonces es una posibilidad.

—¿El qué?

—Puede que estés en cinta".

¿Será posible que...? Pero la doctora Min no lo mencionó, pensó en aquel momento. Sin embargo, viendo su estómago plano y la manera en que se ajustaba a su cuerpo, se deshizo de cualquier posibilidad y recuperó su compostura. Si estuviera esperando un bebé, Phi Min me habría dicho de inmediato.

—Su Excelencia, ya es hora—anunciaba uno de los guardias sacándolo de sus pensamientos.

Con un suspiro hondo, Gulf caminó lentamente hacia el gran Salón donde Los Nobles, su familia y Mew aguardaban por su presencia.

El compromiso real era una de las celebraciones que más esperaban en el Reino. Por ende, no era sorpresa que, pese a la rapidez con la que sucedieron las cosas para Gulf, dentro de Tailandia las celebraciones ya se llevaban a cabo desde el anuncio real.

—Llevamos esperando el compromiso del príncipe desde hace más de 6 años—escuchó decir a miembros de la servidumbre.

Gulf se sentía pequeño al pensar que quizás no podía cumplir con aquel imaginario que tenían de la futura Luna del Reino. Sabía perfectamente que la mayoría ansiaba ver a Mew con una omega pequeña y de cuerpo delicado: la viva imagen de una persona maternal, casta y con