Colocó la corbata en mi cuello e hizo que levantara las manos hasta mis pechos. Realmente no sabía que era lo que tramaba. Pero hice lo que dijo. Amarró mis muñecas con la corbata como yo hice con él. Pero esta vez yo no podía moverlas tanto como él, ya que se le ocurrió amarrarlas cerca de mi pecho.
—¿Qué haces? —pregunté—
—Es mi turno querida—sonrió—
¿A que se refería con que era su turno? ¿Acaso planeaba tocarme? Está demente si cree que lo hará. Recorrió su mano por mi pierna. Hasta llegar a mi sexo. Subió mi vestido dejando a simple vista mis bragas. ¡Dios Song Kang eres tan... tramposo! ¡No podía hacer nada, estaba amarrada!
—Yo que tú me quedo quieta, porque no querrás que esto duela—
—¿A qué te refieres? Suéltame pero ya Song Kang —ordené—
—Veo que no te quedaras callada—
Dijo en un gesto. Tomó la correa que llevaba ¿Acaso me golpeará? ¿No se atrevería, o si? Yo traté de retroceder pero era inútil. El lavamanos me lo impedía. Él colocó la correa en mi rostro, bajándola hasta mi boca. Para ajustarla. No podía hablar. ¡Por Dios!
—Mejor—sonrió—
—Mmm... kjhsuhd.... Somgksja—
Traté de hablar, pero era inútil.
—No te entiendo. Ahora sí. —
Sonrió. Me giró e hizo que me inclinara hacia adelante. ¿Estaba temblando que mierda harás? Esto no estaba en mi plan. Claro que no. Sentí como bajaba mis bragas ¡Dios! Él acarició mis muslos. Sentí sus labios en mi trasero. Estaba loco.
Estaba asustada. Cuando sentí su miembro en mi parte trasera. Quería gritar pero era inútil. No podía. La puta correa me lo impedía. Él salió de mí y entró nuevamente. Esto no era parte de mi plan, yo no quería tener sexo anal con él.
—Tú trasero es mío, _____—
Susurró en cerca de mí oído. Tan solo quería que me soltara, quería gritar, llorar. No sé. Solo quería que me soltara. No me gustaba lo que hacía. Y mucho menos que lo hiciera sin mi consentimiento.
*
—¿Dónde estabas? Te busqué por todas partes—
—Salí por un poco de aire. No me sentía bien. —
—¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? —
—Solo... me duele la cabeza. Pero estoy bien—traté de sonreír—
Jojo tomó mi mano y me llevó a la parte trasera del local. Me di cuenta que al frente de nosotras había una piscina y una que otras bancas. Con solo verlas, me venía a la mente a Song Kang follándome por la parte trasera.
—¿Quieres sentarte? —
Preguntó mientras ella lo hacía, yo solo negué. Estaba un poco adolorida por aquello. Ella se levantó y solo me analizó.
—Ya dime que es lo que te tiene así. Tú no lloras sin razón alguna—
—Me duele la cabeza, eso es todo—
—Bien... Haré como si te creyera, Jimin te estaba buscando. Esta más que ebrio. —
—¡Mi amor! Ese vestido te queda... —
Gritó Jimin, mientras se acercaba a nosotras. Mordió su labio inferior al verme y besó mis labios. Estaba más que ebrio, como dijo Jojo. ¡Por Dios!
—¿Por qué tomaste? —pero el solo rió—¡Jimin! —
—Que amargada que estás. Creo que estas a falta de sexo, ____—
—¿Pero qué mierda dices? —
—Vamos mi amor, cerca hay un hotel. —
Guiñó un ojo. Jimin nunca fue así. Y estaba ebrio, no sabía que era lo que decía, pero eso no quitaba que me enojara su comentario.
—Adiós—dije tomando a Jojo de la mano—
—¿A dónde vas? ¿Te perderás de la fiesta? —gritó—
—Cuando estés consiente de tus palabras me buscas—dije de la misma forma—
—Jojo, besas mal. —rió—
¿Qué besaba mal? ¿Acaso... acaso se besaron? Jojo solo me observó estaba nerviosa. Tal vez esperaba mi respuesta, pero no estaba molesta. Por qué además esta podía ser una buena razón, para terminar con Jimin .