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Yo hice una mueca. Él levantó ambas cejas, esperando mi respuesta. No entendía muy bien a que se refería con 'esa cosa' ¿Acaso se refería al bikini? Porque obvio debía de usarlo. Creo que no entendió muy bien, a lo de que iríamos a la playa.

—¿Te refieres al bikini?

Pregunté, el asintió.

—Sí, es playa. Todas usan bikinis. —afirmé—

—Pero todos te miraran.

Espetó celoso, hasta para la playa era... ¿Celoso? No puedo creerlo. Parecía un nene, con el gesto que acababa de hacer, yo reí.

—Todas te miraran y yo no digo nada.
—Es diferente...
—¿Diferente cómo?
—Ellos verán tus pechos y trasero.
—¿En serio quieres discutir eso?
—Sí

¿Sí? Pues yo no. No quería discutir con él y mucho menos por un maldito bikini. Tendría que usar el Plan B para convencerlo, entonces.

—Si es que vas, tal vez juguemos.
—¿Jugar?

Preguntó. Asentí con la cabeza, inclinándome más. Kang jadeó y sentí su miembro rígido en mi trasero.

—No lo hagas.
—¿Qué cosa?

Traté de evitar sonreír. Él cerró los ojos y sonrió luego. Besé su frente, bajé a su nariz, mejilla y por último a sus labios. Me incliné nuevamente y el jadeó, otra vez.

—Estoy hablando en serio, ______.
—Yo también, Kang.
—No quiero discutir contigo, esto. Por favor no lo hagas.
—Eres muy amargado.

Dije molesta, mientras rodaba los ojos.

—¿Amargado? Tú estás encima de mí, estoy con una maldita erección por tu culpa y me dices amargado. Si lo haces nuevamente, terminaré deseando tenerme en mi cama. Pero eso no es bueno, ni para ti, ni para mí.

Indicó, yo solo desvié la mirada. Él tenía razón, cada vez que intentábamos tener relaciones. Aquella noche me atormentaba, a veces pienso ¿Algún día lo superaré? ¿Algún día él se cansará de mí? Sé cuánto lo desea, yo también. Pero, simplemente no podía.

—Si deseas, no vayas. Igual, tal vez nos encontremos con alguien. Adiós.

Dije, quitándome de él. Para pasarme al asiento del copiloto, y salir del coche. Busqué las llaves en mi bolso, cuando escuché el golpe de la puerta del carro. Sentí su mano en mi codo, con el cual me volteó.

—Lo siento.
—No has dicho nada, que no sea cierto.
—_______ yo...
—No quiero discutir, no... me siento bien. No ahora.
—¿Quién las llevará?
—Christian.
—¿A qué hora?
—No quiero obligarte a que vayas, de seguro tienes algo más importante que hacer ¿No?
—________...
—Lo siento, hago lo que puedo. Yo también deseo hacer el amor contigo, pero simplemente no puedo. Es un tormento para mí, no sabes cuánto. Es como si aquellos golpes, se hicieran nuevamente en mí. Realmente lo siento.

Dicho esto, entré rápido a casa y cerré la puerta, me dirigí a los escalones y escuché la voz de mi madre. Estaba hablando por teléfono, quien sabe con quién. Subí a mi pieza y cerré la puerta detrás de mí. Dejé el bolso caer al suelo, y me tiré a la cama. Estaba harta, harta, de eso. Harta de
No poder afrontar o superar aquel día, si tan solo no hubiera ido a aquella fiesta, si tan solo no hubiera bebido, si tan solo hubiera muerto aquel día.

—______...

Tocaron la puerta, me levanté de mala gana y la abrí, para tirarme nuevamente a la cama. Mi madre se sentó al lado mío.

—¿Me acompañas al aeropuerto?
—¿Viajarás? ¿O ya quieres que me vaya?
—Claro que no. ¿Te acuerdas de Julia?
—A sí, tú mejor amiga. La cual salía con papá. Y se dejaron de hablar por un tiempo ¿No?
—Sí, _____ ella misma.
—¿Qué tiene?
—Vendrá a Corea del sur.
—¿Y eso?
—Estaba en Paris, pero acababa de llamarme, diciendo que en dos horas estará en el aeropuerto.
—¿En serio?
—Sí, y... no viene sola.
—No me digas que...
—Sí.
—¿Pero por qué? Su hijo es el más ñoño que pude conocer y nunca se dejaba de seguirme. Pensé que no lo volvería a ver.
—Jason es un chico muy tierno.
—Sí, como tú no tuviste que soportar sus temas de ciencias.

Dije, ella solo rió. Yo no le encontraba la gracia, era el peor chico que pude conocer en toda mi vida, en algunos aspectos. Aún lo recuerdo, con sus pantalones en la cintura, la camisa bien planchada de cuadros y las tremendas gafas. Y claro, tratando de tomarme la mano, cada vez que nos encontrábamos en el paradero para ir al instituto. Solo lo quería como un amigo, pero él creía otra cosa.

***

—¿Tanto demoran?

Pregunté estresada, estuve media hora parada. Bueno, no quería sentarme. Estaba aburrida y sin ganas de ver al ñoño. Tomé mi móvil y tenía un mensaje. ¿A qué hora llegó? Ni cuenta, era de Kang. Lo abrí y una sonrisa se dibujó en mi rostro.

>> ¿Te amo sabes? A las diez Christian pasará por mí. No quise hacerte sentir mal, lo sé. Es difícil para ti, y no quiero tocar ese tema, otra vez. Te amo ¿Ya te lo dije? Pues si no es así, te amo ______  <<

>> ¿Y tus planes? No quiero que dejes eso, por mí. Si eso es tan importante, no vayas. Yo también te amo, Song Kang no sabes cuánto.<<

Pulsé el botón enviar. Me gustaba cuando Song Kang se comportaba, romántico. Nunca me cansaré de decirlo, pero simplemente lo amaba.

—Oh ahí están. Dijo mi madre emocionada, levanté la vista y no podía creer lo que veía. Ese... ¿Ese era el ñoño?

¿Amor O Obsesión? (SONG KANG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora