Se corrió un poco hacia mí, acomodé mi cabeza en su pecho. Subí mis manos hasta este, desabotoné su camisa, le acaricié. Acurruqué mi cabeza en su pecho nuevamente, podía escuchar los latidos de su corazón; estaba agitado ¿Por mí tacto? Quién sabe. Ahora que estaba más... calmado, quería hacerle demasiadas preguntas. Como el porqué de aquellas fotos, por qué me mintió... el sonido de mi estómago me sacó de mis pensamientos.
—¿Quieres pizza?
Preguntó, asentí. Él se levantó de la cama, se quitó la camisa y me cubrió con ella. Tomó su blackberry y salió de la habitación. Me senté en la cama y me coloqué bien la camisa de este. Caminé hacia el espejo y me observé, cada marca que veía era terrible ¿Qué le diré a James cuando me vea? Sin darme cuenta ya estaba llorando, mierda. Esta no era la vida que planee para mí, no lo era...
Lo días pasaban más rápido de lo normal, Song Kang siguió con sus golpes y yo de estúpida ahí. James vino a visitarme, ya que le preocupaba que no lo fuera a ver por más de ocho días y eso que vivíamos al frente, hay James si supieras. Kang estaba como nunca, estaba temblando de miedo ¡pero no pasó nada entre nosotros!
—¡No! ¡Ya déjame!
Supliqué entre lágrimas, estaba en un rincón tratando de protegerme. Pero sus bofetadas y patadas eran realmente duras. Ya no podía, no podía soportarlo, sentía que me desmayaría ahí mismo. Sentí mi trasero mojarse, me toqué y traté de visualizar entre los golpes de este y era sangre. Mierda.
—¡Kang, para! Por favor...
—¡Eres una perra! ¿Planeabas acostarte con él? ¡Dime!
—No claro que no, para por favor.
—¡No te creo!
—Solo te amo a ti, por favor...Sollocé, él se detuvo. Tomé su mano izquierda con la mano ensangrentada y él se quedó perplejo al ver cómo le manchaba.
—Que mierda...
Susurró espantado.
—Llévame al hospital... yo... yo...
Repetí consecutivamente, pero la vista se me tornó negra. Para cuando desperté, me di cuenta que tenía cables en mí, no me gustaba las agujas y mucho menos saber que tengo más de tres en el cuerpo.
—¿Por qué no me lo dijiste?
Susurró molesto.
—¿Qué?
—Veo que ya despertó ¿Se siente bien?Preguntó el doctor entrando a la habitación, negué ante el dolor que tenía en la parte baja.
—¿Qué me hicieron?
—Usted... estaba embarazada.
—¿Estaba?
—Lo perdió.Dijo, al escuchar 'Lo perdió' sentí mi mundo caerse. Embarazada, estaba embarazada ¡Él había matado a mi hijo! Lágrimas recorrieron mis mejillas, estaba en estado de shock. El dolor nuevamente en el vientre me hizo guardar calma, giré a verle y le fulminé con la mirada, quería tan solo matarlo.
—¡Te odio, te odio!
Golpee la cama, el doctor abrió los ojos sorprendido. Corrió a mí y buscó una jeringa la recargó y la inyectó en el suero, sentí como lentamente cerraba los ojos. Y quedaba dormida.
A la semana me dieron de alta, debería de permanecer en reposo máximo dos semanas. Me acomodé en la cama y me tapé por completo, no quería verle. No quería ni hablar con él, quería asesinarlo. Esto era una pesadilla.
—¡¿Cómo no te diste cuenta que estabas embarazada?!
—¡Abusaste de mí, imbécil! Te odio, Song Kang. Ahora más que nunca... te odio.***
Me quedé helada al ver a James salir con una caja en manos, entré a su departamento y vi todo envuelto y guardado en cajas. ¿Acaso se mudaba?
—______.
—¿Te vas?
—Así es.
—¿Por qué?
—No puedo vivir más aquí.
—¿Y eso?
—Me enamoré.
—¿Y? ¿Acaso te vas por esa piruja?
—No.Dijo molesto ¿Entonces? ¿Por qué se va? Al menos que... se hayan casado y vayan a vivir juntos. ¡No! ¡Es el único amigo que tengo!
—No, la llames así.
—¿Cómo quieres que la llame? Me está alejando de ti.
—No es solo ella.
—¿Vive aquí? ¿En este hotel? Dime.
—Sí.
—¿En qué piso?
—En este...
—¿Eh?
—Me mudo por ti.Indicó tomándome de los hombros, me quedé perpleja. Negué y di un paso hacia atrás ¿Acaso no quería verme más?
—No te vayas...
—Necesito hacerlo, no puedo ver cómo te hace daño y como te lo haces tú.
—Por favor...
—Ven conmigo, estarás a salvo.
—No puedo.
—Sí, puedes. Solo no quieres dejarle ¿No es así?Preguntó, negué. James dio un paso a mí, me impactó contra la pared y tomó mi rostro con ambas manos; para luego juntar sus labios con los míos. Mi cuerpo respondió a aquel beso, y sentí algo en mi estómago. ¿Qué era esto? ¿Acaso ando con gases? Se separó de mí y me observó por unos segundos, retiré sus manos de mí y corrí a mi departamento.
Esto no podía ser, James me acababa de besar y... ¡Somos amigos! Si Song Kang se enterara, lo mataría ahora mismo. Cubrí mi rostro con ambas manos y me tiré en la cama, tal vez sienta algo por James, siempre fue bueno conmigo. Me ayudó cuando Song Kang no lo hacía, siempre estuvo ahí para mí. ¿Y si acepto irme con él? Kang no está aquí, así que podía. Corrí a la puerta, la abrí pero James ya se encontraba en el ascensor bajando con la última caja en brazos, ósea ya se había ido y no volvería hasta no sé cuándo. ¿Cómo sabía? Porque la puerta de su departamento estaba cerrada. Y el ya no estaba.
La noche cayó, todo era paz; claro cuando el demente no está. Serví un poco de jugo de naranja en un vaso y lo ingerí. Vi un poco de Televisión, cuando la puerta se abrió de golpe, y fue cerrada del mismo modo.
—No, Natasha. No.
Dijo firme ¿No? ¿Natasha? ¿Qué, acaso ya no quiere acostarse con ella?
—Que no ¡Joder!
Gritó, bajé el volumen a '0'; escuché el calzado de Kang alejarse. Caminaba de un lado a otro ¿Estaba nervioso? ¿Asustado? Escuché un ruido, rápidamente me dirigí a la habitación y le observé.
—¿Dónde estabas?
—Viendo televisión.Contesté, caminó rápido hacia mí, me tomó del rostro y besó ¿Eso? Tomó la parte del cuello de la blusa que llevaba, bajó un poco aun sosteniéndola y la abrió de golpe, haciendo que los botones de esta salgan disparados en distintas direcciones y dejando a simple vista mis pechos.
—No, Song Kang . No