Rápidamente la muchacha se quitó de sus faldas, mientras se le subía el color a la cara. Acomodó su falda e blusa para salir velozmente de la oficina. Calum acomodó su corbata y peinaba su cabello con sus largos y delgados dedos, para luego levantar la mirada y sonreírme pícaramente.
—¡_____ que sorpresa verte!—exclama—
—La sorpresa me la llevé yo—reí—
—Oh, eso... no es nada, el ambiente esta pesado ¿No?—Dice quitándose el saco, sí... pesado. Como no, también de aquella escena quien no estaría caliente, eh.
—¿En qué puedo ayudarte? Ya que la oficina de tu padre esta... un piso arriba—
—Lo sé, pero vine a verte a ti, no a mi padre—
—¿Y eso?—
—Explícame lo de la foto, Calum—
—Dios míos _____, para ser una chica realmente hermosa no eres muy inteligente que digamos—ríe—
—¿A qué te refieres?—Pregunto confundida, ya que no entendía del todo su comentario.
—Como sabes Madisson quiere a Song Kang y yo a ti... pero eso no viene al caso ¿Acaso tú no sabes lo que puede hacer el Photo Shop? Es realmente espeluznante. Parece real ¿eh?—
—¿Entonces es falsa?—
—Tan falsa como los senos de la secretaria... Aunque así se ve increíble—Muerde su labio inferior, yo rodé los ojos.
—Debiste de ver la cara de Kang—ríe—
—Pudo haberte matado—
—Lo dudo, se defenderme linda—Sonríe maliciosamente mientras saca una navaja de su bolsillo del pantalón de tela gris que llevaba puestos. ¡Madre mía! ¡Pudo herirlo!
—Si era solo eso puedes retirarte—
—Una, mi padre no te paga para que te revuelques con la secretaria y dos quiero respuestas—
—Ya te las di—
—No, aún falta—
—¿Sabes? Haz venido a mí oficina, interrumpiéndome justo cuando estuve por follar. Te dije lo de la foto y... ¿Aún quiere más?—
—Si—
—Debo merecer algo a cambio ¿No?—
—Sabía que dirías eso—gruñí—
—Sí enojada te vez más sexy, tanto; que deseo quitarte la ropa y follarte en mi escritorio—
—Pues te aguantas—dije—
—Intentaré—
—Dime como te hiciste aquel rasguño—Dije directamente, él enarcó una ceja y yo hice lo mismo. Mientras golpeaba las yemas de mis dedos encima del escritorio. Esperando su respuesta.
—¿Para qué quieres saber?—
—Solo dime—insistí—
—Quiero algo a cambio, ______—
—Bien, saldré contigo. Por un día—
—No, no quiero eso. Puedo salir contigo cuando quiera. Claro col el permiso de tu padre—
—¿Entonces qué quieres?—
—Lo que siempre quise hacer cuando te vi con aquel diminuto bikini, ____. Tocarte —Cuando dijo 'Tocarte' palidecí rápidamente ¿Era una broma? Esto parecía un juego de miradas, no accedería. Claro que no. Él golpeaba la yema de su dedo índice mientras mordía su labio inferior. Yo solo fruncí el ceño. Aunque quería tener respuestas ¿Pero a este costo? ¿En serio lo haría?
—Solo las piernas—
—Yo elegiré, no tú—
—Una vez—
—Con eso me bastará—
—Bien—
—Me lo hicieron en una pelea. Tres hombres y yo solo me defendí, bueno no exactamente. Pero uno me golpeó con el arma. Me hubieras visto, pareciera como si tuviera un huevo en el ojo—
—¿Eso es todo? —
—Sí, ahora ven ______—Pero yo no me moví de mi sitio.
—Oh, no. Hicimos un trato—
—Pues se puede romper—
—No, claro que no. —Él se levantó rápidamente de su sitio y en un cerrar de ojos, ya estaba a mi lado, tomó mi mano y me levantó de la silla. Él empujó esta con la pierna, haciéndola a un lado y me apoyó en el escritorio. Llevó sus manos a mi short y lo desabotonó. Empezó a quitármelo lentamente y yo solo le detuve.
—Tranquila, si quiero tocarte no lo haré encima de la ropa. —
Sonrió, yo asentí e inhalé profundamente sé que esto era una locura pero aunque no quisiera, hacer un trato con Calum era para cumplirlo o él se encargaría de cumplirlo por su cuenta. No hay duda alguna, sentí sus manos en mi cintura, las cuales lentamente bajaban a mi trasero; yo solo cerré los ojos conteniendo las lágrimas. Me sentía una maldita Puta ¡¿Dónde está mi dignidad?!
—Espera, espera—
Dije deteniéndole. Él levantó la vista hacia mí, para luego
sonreírme.—¿Podríamos cambiarlo? ¿O posponerlo? Tengo una última pregunta—
—Vale—Susurró, él retiró sus manos de mí y yo solo di un suspiro de alivio.
—¿Y lo de la mano? —
—El tipo me mordió, ya que estábamos forcejeando—
—¿Cómo sé que es verdad? —
—¿Por qué ha de mentirte? No oculto nada... Pero creo que tú sí ¿Qué ha pasado? —Preguntó curioso, me sorprende que mi padre no le haya contado o no se haya enterado por parte de Madisson.
—Nada debo irme—
—Oh, no. Claro que no—Sonrió pícaramente. Yo abotoné mi short pero él se precipitó
y tomó mis muñecas para dirigir sus labios a mi cuello. Esto estaba mal. Pero hice un trato con él. Él me dio respuestas, no exactamente las que esperaba; pero me las dio. Calum subió sus manos e las introdujo dentro de mi playera, tocando mis pechos. ¡Qué asco! Qué asco, tomó mi rostro y empezó a besarme ¡Esto no era parte del trato! La puerta se abrió rápidamente y ahí estaba él. Con la mirada furiosa y la respiración agitada ¡Mierda!—Ahora si te mato—
Gruñó.