Una sonrisa apareció en su rostro, pero yo no podía, tan solo no podía sonreír. Era como si me traicionará a mí misma, trataba de alejarlo, lo más posible. Pero algo en mí no me dejaba, era como si peleara conmigo misma en decidir o aclarar mis sentimientos por él.
—Lo sabía—
—Ahora que sabes la verdad por favor vete—
—¿Irme? No, no lo haré—
—Hicimos un trato—
—El trato, así el trato. Lo siento _____ pero no debes confiar en mí—Sonrió, él tomó mi mano derecha que tocaba su pecho para entrelazar nuestros dedos. Mi mano estaba fría como hielo, y a él parecía no importarle.
—Te necesito—
—Claro que no.—
—____ te amo, vuelve conmigo—
—¿Amarme? Tú no me amas, me llamaste perra Kang ¿O ya lo olvidaste?—
—Ah, eso—
—No solo es eso, no quiero verte... solo me causas daño y eso no es bueno para mí—
—Más es el daño que causas tú en mí cuando no estas cerca de mí ¿Acaso no te das cuenta? ¿No notas que muero de amor por ti?—
—¿Morirte? Deja de engañarte a ti mismo. Tú no sabes que es amar, nunca lo hiciste—
—Sí, lo hice y no sabes lo que daría para tenerte nuevamente a mi lado—***
—¿Y?—
—No—
—No me rendiré, eh—
—Ya me di cuenta—
—¿Qué harás hoy?¿Te parece si salimos?—
—Song Kang ¡Basta! Estoy tratando de leer un libro y tú solo me desconcentras—
—¿Te pongo nerviosa no es cierto?—
—No, tus preguntas son realmente estúpidas, que me enojan—
—A mí no me engañas ______. Te pongo nerviosa, puedo notarlo—
—¿Ves esto?—Pregunte cerrando el libro y señalando mi cara, el asintió.
—¿Acaso vez una sonrisa?—
Dije seria, el solo negó.
—Eso significa que no me causa gracia las estupideces que dices. ¿Quieres hacerte el galancito? Vete a coquetear con las porristas, Kang—
—Prefiero coquetear contigo—
—Pues yo no, ahora lárgate, que estás haciendo que desperdicie el poco descanso que tengo—
—¿Entonces aceptas regresar conmigo?—
—No dije que sí—
—Tampoco un no—sonrió—
—¡Lárgate!—espeté—
—Está bien, pero regresaré—rio—
—Si como digas, ahora vete que Jojo viene hacia acá—
—¿Temes de que te vea conmigo?—
—Que te largues—dije molesta, por su insistencia—
—Nos vemos luego—Sonrió, yo solo maldije por lo bajo. Desde que fue a mi casa a buscarme no dejó de seguirme por todo el maldito campus.
—Espero que tengas una buena explicación—
—¿A qué te refieres?—
—A esto...—Indicó seria mientras me mostraba su móvil. ¿Y esto que era? ¿Era una broma no? ¿Por qué Jojo tenía una foto de Calum y mía besándonos?
—¿Quién te la envió?—
—Madisson, y no creo que solo a mí...—Dijo en un gesto, giré mi cuello al lado derecho y a lo lejos vi a Kang que sacaba su móvil, para luego dirigir su mirada hacia mí. Su mandíbula se tensó y subió a su coche rápidamente para luego desaparecer por la carretera. Oh, no. Esto no era bueno, lo conocía. Conocía aquella, mirada. El estúpido y machista Kang regresó.
—Quiero que me expliques—
—No tengo nada que explicar, no recuerdo haber estado con Calum y debo irme—
—¿Qué? ¿Adónde? ¡_____! ¡Tenemos clases!—
—Lo siento, Jojo. Algo malo pasará—
—¿A qué te refieres?—
—Solo... diles que estoy en la enfermería, veré que hago—
—Bien...—Susurró, le mandé un beso volado y me dirigí a la salida, estuve esperando un maldito taxi. Pero no pasaba alguno, luego de estar parada como un poste por siete minutos, logré conseguir uno. Le di la dirección al chofer y el me llevó.
Al llegar, pagué con el poco cambio que llevaba, miré el edificio ¡Wau! ¿Hace cuánto tiempo que no venía aquí? Solía visitar a papá pero ya no, muy seguido. Inhalé profundamente y pude ver el coche de Kang al frente, me apresuré a entrar y subí rápidamente al ascensor. Pulse el botón del piso quince, y cada segundo que pasaba mi corazón se agitaba.Las puertas se abrieron y salí rápidamente, pude ver la gran vista desde este piso. Me apresuré a entrar ignorando el llamado de la secretaria, me molestaba si alguien se interponía en mi camino. Abrí la puerta de la oficina de Calum y vi a ambos golpeándose ¡Joder llegué tarde!