Me desperté con mal genio. Tiré la sábana de mí y me metí a la ducha, al salir vestí [ ] Sequé mi cabello, no tenía ganas de peinar. Así que solo pasé mis dedos por el e hice una coleta. Vi el despertador eran las once de la mañana. Sí, que dormí bastante. Bajé por los escalones a la primera planta y escuché diversas voces, así que decidí escuchar.
—No lo entiendo ¿Por qué no puede enamorarse de alguien normal? Digo, no tan... conflictivo como aquel crio. Así... así como tú. Eres perfecto para ______—
—Su hija es una chica increíble Carlos. Pero por más que desee salir con ella, se negará. El sentimiento...
—No es mutuoInterrumpí, furiosa. Vale, tal vez no deba interrumpir conversaciones de mi padre, ni mucho menos oír. Pero hablaban de mí ¿Cómo no hacerlo? Además estoy furiosa con TODOS. Me dirigí a la cocina y tomé un pírex. Vertí la leche en él y eché cereal encima, para luego empezar a ingerirlo.
—Supongo que irás a la reunión que está organizando Penélope ¿No?
Susurraron a mis espaldas. Eran ellos nuevamente. Tomé el pírex y me levanté de la silla.
—No lo sé, debo encontrar pareja antes
—_____ podría acompañarte
—No. Lo. Creo—reí—
—Oh, vamos _______ te divertirásSonrió Calum.
—¿Contigo? Prefiero ir con mi perro—dije— Y para que te enteres... no tengo perro—susurré—
—¡_______!—Levantó la voz mi padre. Yo le puse los ojos en blanco.
—Será una reunión divertida
Insistió Calum.
—Ninguna reunión es divertida—aclaré—
—En sí no es una reunión. Si no como una fiesta de... Antifaz.Creí que sería divertido ya que la mayoría de los trabajadores son jóvenes y divertirse no les vendría nada mal
—¿Tú, organizando una fiesta? —
Pregunté a mi padre.
—Lo sé. Por eso lo dejé en manos de Penélope
Aclaró. Claro, Penélope era la secretaria de mi papá. Él tenía razón los trabajadores de la empresa no pasaban de los cuarenta.
—Ah
—¿Entonces acompañas a Calum? —preguntó—
—No. Y no insistas padre
—Solo será una noche, serás como una dama de compañía
—No sé si sentirme ofendida o molesta. Si quiere una dama de compañía, que alquile una putaDije frustrada, para salir de casa. No tenía dinero, ni móvil. No sabía ni adónde iba. Solo quería no quería ver a mi padre ni al hijo de puta de Calum.
***
—¡Apúrate!
—Te dije que no quería ir...Indiqué molesta.
Después de aquella mañana, me tiene sin cuidado lo que digas. Además te vez hermosa. Sube al coche.Mi padre estaba molesto, tanto que al volver me regañó. Y a la fuerza me obligo a vestirme para acompañar a Calum. No sabía que vestidor tomar, hasta que mi padre me entrego un antifaz color crema, con el contorno dorado y una pluma en el extremo, tenía una que otra piedra brillante e escarche.
Así que tomé el primer vestido que combinaba con aquello
[ ]—Pero papá
—No ni un pero. Sube—ordenó—Puse los ojos en blanco y tomé mi cartera de mano para subir al estúpido carro. Cuando llegamos, observé que habían alquilado un gran restaurant. Al entrar nos recibieron los mozos muy amables. El salón era bastante grande y hermoso. La música no era tan mala, y ahí estaban; los trabajadores y socios de mi padre, con copas de vino o champán en mano. Se notaban felices, disfrutaban de la fiesta aunque no reconocía a ninguno por el antifaz que llevaba.
—¿Y? ¿Qué te parece?
—Quiero irme a casaProtesté. Mi padre no respondió y se alejó de mí con mi madre. Tomaron asiento en una mesa de lejos para luego ser atendidos por el mozo. Tal vez le pregunten que desearían tomar o si desean un bocadillo. Qué se yo.
—¿Bailas?
Preguntaron a mis espaldas, giré rápidamente. Traía un antifaz color negro, que resaltaban sus ojos color café claros con un toque de un verde azulado. Traté de reconocerlo por los ojos y la forma de su rostro. Pero no lo había visto nunca, creo. Yo solo asentí ¿Qué más podía hacer? ¿Quedarme sentada escuchando a mi padre hablar de negocios? Claro que no. Además de que Calum no me quitaba la vista de encima. Prefiero bailar con un desconocido antes que aquel, enfermo. Una canción lenta empezó a sonar, la había escuchado antes en una radio era
<<when i fall in love de Renee Oldstead>> Aquel muchacho colocó su mano detrás de mi espalda acercándome más a él y con la otra sostuvo mi mano derecha.No era buena bailando, pero el más o menos. Así que solo me dejaba llevar, al verlo de perfil se me hizo un poco familiar ¿O no? Ninguno hablaba, solo bailábamos. Cuando él dijo:
—No sabes lo que tuvimos que hacer para llegar aquí
—¿Disculpa?Pregunté confundida, el soltó su mano la cual sujetaba la mía y se levantó el antifaz ¡Era Christian!
—Pero... ¿Qué haces aquí?
Se acomodó nuevamente el antifaz. Él no respondió, solo siguió bailando, la música terminó y él me sonrió.
—¿Puedo?
Preguntaron a mis espaldas, Christian asintió y me entregó aquel joven ¡Joder Christian no te vayas! ¿A qué se refería con "No sabes lo que tuvimos que hacer para llegar aquí"?
—Christian... Christian
Le llamé pero él desapareció entre los demás. Mierda. Una pregunta hizo que saliera de mis pensamientos ¡¿Otra canción lenta?! Renegué en mis adentros. Esta vez no sabía que canción era, ni la intérprete.
—¿Dijiste algo?
Pregunté, pero él tan solo negó. Trataba de buscar con la vista a Christian aunque sé que no lo reconocería.
—¿Buscas a alguien?
Preguntó con una voz ronca, no sé si estaba resfriado o trataba de imitar a alguien con ella.
—Si... ¿Viste a dónde se fue el joven que bailó conmigo antes?
El solo negó.
—¿Es tu novio? —
—No. No tengo novio
—¿Por qué?