Sacudí mi cabeza, tratando de despejar mi mente. Realmente se me cruzó por la cabeza de que Song Kang pudiera venir. Ya que para que preguntara aquello... era extraño.
—¿Estas lista?
Preguntó mi padre, yo negué.
—Tu sabes que no.
—Bien, sube a la camioneta.
—¿Y mamá?
—Está descansando _______.
—Pesé que iría conmigo al aeropuerto.
—Tal vez te alcancemos, nosotros.Sonrió.
—¿Ustedes vendrán?
—Tal vez vayamos a visitarte y a ver cómo está tu apartamento nuevo.
—Bien...Susurré cabizbaja. Di unos pasos a la puerta, cuando la tocaron. Fruncí el ceño y la abrí inmediatamente. Y ahí estaba él, con la mirada fría, con unas ojeras. Dios ¿Qué le pasó? Mi padre solo lo vio furioso, oh no. Esto no era bueno, claro que no.
—¿Qué haces acá?
Preguntó prepotente.
—No me alejaras de ella.
Indicó, bajé la vista y vi como sacaba un arma de su pantalón. Mierda. Mierda. Mierda.
—Song Kang...
—Sube al carro.Ordenó, yo solo trataba de asimilar esto. Tomó mi brazo bruscamente y me sacó de casa de un empujón. Mi padre estaba quieto, y yo nerviosa. Alguien me tomó de los brazos, giré y era Christian.
—Dile que deje el arma.
Dije desesperada. Él tan solo negó.
—vamos
—¡No!Grité, soltándome de su agarré.
—¡Llévatela!
Levanto la voz Song Kang, yo solo giré a verle. Christian me tomó del brazo jalándome. Trataba de forcejear, evitar que me subiera al coche de ese, pero era imposible.
—¡Mierda _______ sube al puto coche!
Dijo Song Kang, mientras salía de casa con mi maleta en mano, y con la otra apuntaba a mi padre. Christian me di un empujón, haciendo que entre al asiento trasero. Corrió al asiento de conductor y encendió el coche, avanzo un poco y Kang se montó en la parte trasera. Christian salió disparado y vi a mi padre quedarse parado en medio de la calle con las manos puestas en el rostro.
—Quiero bajarme.
Dije, pero ninguno dijo nada. Ambos tenían la vista en la carretera.
—Song Kang...
—¡Cállate de una jodida vez, ______!
—Pero...
—Ni un pero, estoy pensando que hacer.Decidí callarme, al inhalar, pude presenciar el olor a alcohol. ¡Estuvo bebiendo! Me acerqué a él y besé su mejilla. Me asustaba cuando estaba molesto y peor si es que bebió.
—Juntos...
—Siempre.Asentí y quedé dormida, en su pecho. No sabía a dónde íbamos, no sabía si volvería a ver a mis padres, no sabía si esto terminaría bien. Un movimiento me despertó, levanté el rostro y nos encontrábamos frente al aeropuerto. Christian y Song Kang bajaron, intercambiaron unas palabras. Christian asintió y desapareció, Kang se asomó por la puerta y sacó mi maleta.
—Baja.
Ordenó, salí del coche y el aire me chocó ya que estaba con el cuerpo caliente, y empezaba a hacer frío. Kang se percató y me rodeó con su brazo por encima de los hombros y besó mi cabello.
—Esto lo hago por nosotros. Lo sabes ¿No?
—Sí.
—Bien.Sonrió, ambo entramos no había mucha gente que digamos. Pude divisar a Christian a lo lejos, quien corrió a nosotros. Le tendió algo a Kang y él lo tomó.
—Europa, eh. ¿España?
Kang entrelazó nuestros dedos, le dediqué una sonrisa, y dirigí mi mirada a la ventana. Esto era una locura, de eso estoy más que segura.
Para cuando desperté, ya habíamos aterrizado. Realmente fueron las doce horas más largas que pude pasar y casi ni sentía el trasero. Ambos bajamos del avión y fuimos por nuestro equipaje. Aún no sabía en... donde nos quedaríamos. Tomamos un taxi y Song Kang dio la dirección, realmente hablaba muy bien el español. Me quedé pensando por unos minutos ¿Qué pasará cuando Jojo se entere que Christian tuvo que ver con mi 'desaparición'? Jojo, la extrañaré, realmente lo haré.
El taxi nos dejó en frente de un lindo hotel, Kang se encargó de mi maleta y entramos. Caminamos dentro y me dejó a un lado, haciéndome esperar. Se dirigió a recepción, compartió palabras con aquella mujer, la cual le entregó unas llaves. Kang sonrió y ella se ruborizó. Se acercó a mí, tomó mi mano, jalándome al ascensor. Ya dentro presionó el botón con el número cinco dentro. El ascensor, ya dentro presionó el botón con el número cinco, dentro. El ascensor soltó un 'tin' eso significaba que llegamos al piso indicado, ambos bajamos, Kang tomó las llaves que le entregó aquella tipa. Entramos y observé cada detalle del piso. Era hermoso y... caro ¿De dónde sacaba el dinero?
—¿Te gusta?
Preguntó, asentí y caminé por todo el espacio. Encontré cuatro habitaciones, una de baño y solo una de ellas traía baño incluido. Entré a la más grande y me recosté en la cama, tomé la almohada; presionándola contra mí.
—¿Te encuentras bien?No contesté, no tenía fuerzas para hacerlo. Quería llorar y no sabía la razón ¿O tal vez sí? ¿Será porque no volveré a ver a mi padre? ¿Amigos? ¿Jojo? La almohada fue retirada de mi rostro, coloqué mi brazo encima de mi cara; cubriendo mis ojos.
—Hey...
—No...Sollocé, quitando su mano de mi muñeca. No quería que me viera llorar. Sentí la mano de Song Kang en mi cabeza, empezando a jugar con mi cabello.
—Solo quiero hacerte feliz...
Solo quiero hacerte feliz... Solo quiero hacerte feliz... Solo quiero hacerte feliz... esas cuatro palabras resonaban en mi cabeza ¿Qué pasó con ello? ¿Acaso se las llevó el viento? ¿Qué pasó con él? Nunca conocí esa parte, tal vez sí; pero no completamente. Ahora me di cuenta que vivía con el mimo diablo.
—¡No sé, haz lo que mierda quieras!
Exclamé saliendo del piso, me apresuré a meterme al ascensor antes de que el pudiese alcanzarme. Pude notar como golpeó la pared al verme dentro. Decidí caminar, estaba harta de todo ya no podía con él, sus celos, sus golpes... era mucho ¿Por qué le costaba aceptar que me era infiel? ¿Qué le costaba dejarme ir?
—¿_______?
—JamesSonreí con alivio, James era mi amigo. Bueno eso creo, lo conocí cuando peleaba con Song Kang, vive al frente de nosotros. Es agradable tener a alguien para hablar.
—¿Lloraste?
Preguntó, no respondí.
—Ya veo, ven vamos al hotel. Te prepararé algo. Andas muy delgada y toda pálida ¿Estás comiendo?
—No me dan muchas ganas de comer.
—Eso no es bueno.
—Ahí está Song Kang...
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