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Estaba nerviosa, él la dejó encima de la cómoda y tomó su cabeza en manos caminó hacia adelante ¿Qué había salido? Caminé hacia la cómoda, cogí la maldita prueba de embarazo, las manos me temblaban. Giré a verle, dejé caer la prueba, él levantó el rostro traía una sonrisa de oreja a oreja, caminó hacia mí y me tomó en brazos.

—Positivo.
—Positivo.

Repetí sin aun creerlo.

—Estas embarazada.
—Estoy embarazada.
—Te amo, te amo, te amo _________.

Besó mis labios, no podía procesar esto. Me dejó en el suelo y me observó, caminé hacia la cama y me lancé boca abajo.

—¿Estas bien?
—No.

Dije inmediatamente.

—No lo quiero.

El me vio confuso, lo sé; perdí un hijo y ahora estoy embarazada. Cualquiera diría que estoy loca, pero no quería traerlo a este mundo, no porque no lo amara si no... no quiero que viva aquí, así. Sabiendo que Song Kang nunca, cambiará. Además ¿Qué pasa si no es de Song Kang? No quiero ni pensarlo.

—_____...
—No, _____ nada. Yo no quiero, no quiero tenerlo.
—¿Te estás escuchando?

Preguntó molesto, asentí. Él hizo que me volteara, levanté mi espalda de la cama y me senté bien.

—Conversemos ¿Sí?
—Eso hacemos.
—No quiero que te exaltes, por favor.
—______...
—Yo no quiero tener un hijo, no sabiendo cómo eres.
—¿Cómo soy?

El hizo una mueca, sostuve sus manos y le vi fijamente.

—¿Crees que sería correcto que conviva en un lugar violento?
—Yo...
—¿Crees que él deba ver eso? Apenas puedo yo vivir con esto, no quiero que el viva... con eso.
—Cambiaré...

Negué, el no cambiaría, lo sabía. Es más lo aseguraría u apostaría. Tal vez pueda fingir haber cambiado, pero... realmente no lo hará.

—No... no lo harás.
—Lo haría, por ti... por él.

***

Caminé impaciente por todo el espacio, James no contestaba, tenía una reunión o eso creo. Grité de desesperación, me mandaba al buzón. Intenté nuevamente, cuando escuché su voz.

—______...
—James.
—¿Pasó algo? ¿Te hizo algo?

Preguntó agitado, rápidamente le dije que no. Pude escuchar su suspiro de alivio desde el otro lado del teléfono.

—¿Qué pasó?
—Debo de verte.
—¿Ahora?
—Sí.
—Estaré allí dentro de cinco minutos.
—No, no aquí. Te llamaré luego, para decirte en donde nos encontraremos. Adiós.

Corté inmediatamente. Tenía que verle, pero no quería hacerlo aquí; ya que terminaría teniendo sexo con James. Cepillé mi cabello y coloqué labial, tal vez podamos encontrarnos en un parque o un café, claro un café. Había uno a unas seis cuadras, podía tomar un taxi. Marqué nuevamente a james le di la dirección y él aceptó.

—______.

Sonrió al verme llegar, se levantó de su silla y me abrazó. Tomé asiento y crucé la pierna encima de la otra.

—¿Qué era eso tan importante? Sonabas preocupada.
—Estoy embarazada.
—¿Qué?

Dijo sorprendido, asentí. Él se levantó, se acercó a mí y se arrodillo para abrazarme luego; me tomó del rostro y besó.

—Eso es magnífico, ahora no podrás rechazar la oferta de irnos.
—James... no sé.
—Vamos _____. Vámonos, seamos felices los tres. Podremos criarlo decentemente, irá a un buen colegio...

Las propuestas de James no eran malas, pero no podía irme con él y dejar a Song Kang.

—No sé si es de Song Kang o tuyo.

Cubrí mi rostro, estaba avergonzada; él se levantó y me observó. Me levanté de la silla y le abracé.

—¿Para qué me citaste?
—Solo quería decírtelo, tenías derecho a saberlo.
—¿Es mío?
—Ya te lo dije, no estoy segura, Song Kang y yo...
—No quiero saberlo.
—Lo siento... creo que debías de saberlo. Decidí estar con Kang, dice que cambiará. Lo hará por él, no quiero que te acerques o me busques.
—______...
—Por favor, no me lastimará, lo prometió. Te llamaré cuando nazca.

Le dejé allí, me subía a un taxi y me fui, marqué el número de Kang. Una mujer me contestó, maldije por lo bajo.

—Oficina del Sr. Song Kang ¿En qué puedo ayudarle?
—¿Esta Song Kang?

Pregunté directamente.

—______.
—Natasha.

Me fue difícil pronunciarlo. Creo que esta resentida por lo del bebé, ya que Song Kang le obligó a abortarlo, con tal de que trabajara aún allí.

—No, no está.
—Claro, y los planos... Natasha.

Maldita perra, era él. Era su voz, no quería pasármelo, estuve por hablar pero ella había cortado. Hija de puta, marqué nuevamente; pero sonaba ocupado. Le cambie la dirección al taxista, me dirigí ahora a la empresa en la cual Kang trabajaba. Pagué el viaje, tomé el ascensor, quería descuartizar a la bastarda esa. Al sonido que este emitió bajé, el lugar de la perra estaba vació ¿Dónde estaba? Tomé la perilla y la giré entré rápidamente y una punzada en el estómago hizo que retrocediera.

Ella en sus faldas, él tocándole el trasero, y con la camisa desabotonada, ella con los pechos al aire. Esto no era agradable, no para mí. Sabía que se revolcaban pero más me dolía verles que imaginármelo. Lágrimas recorrieron mis mejillas me di media vuelta, y cerré la puerta con tal fuerza que pude sentir como se exaltaban. Me introduje en el ascensor, vi a Kang  salir y el maldijo por lo bajo, negué cabizbaja.

—¡______!

Levantó la voz, pero las puertas ya se habían cerrado. Salí de ahí lo más rápido levanté la mano pero ningún taxi parara, Giré mi rostro y él estaba saliendo del ascensor, uno se detuvo subí rápidamente y le di la dirección del hotel. Pagué el viaje, bajé y subí a nuestro piso, abrí la puerta. Me encerré en nuestra habitación, empecé a tirar todo. Estaba molesta, no sé si sea por el embarazo, el no saber de quién era el bebé de que llevaba dentro o por ver a aquella zorra en las piernas de mi marido.

¿Amor O Obsesión? (SONG KANG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora