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Hice un gesto ante su pregunta ¿Acaso estaba molesto? Si solo fui al supermercado ¿Tanto problema había con eso? A veces me exasperaba su actitud.

—Solo fui a supermercado.

Contesté viéndole.

—¿Con quién?
—Con nadie.
—¿Segura?
—No conozco a nadie de aquí ¿Con quién saldría? Dime.
—James
—Por favor, está trabajando.

Indiqué molesta, me dirigí a la habitación. No quería discutir con él y mucho menos por algo tan... estúpido. Porque eso era.

—Esto no ha terminado.
—Claro que sí. No tiene sentido discutir por algo estúpido.
—¿Pero qué haces?
—Trato de abrir esta puerta ¿Me das las llaves?
—No.
—¿Qué escondes?
—Nada.
—Dímelo.
—Nada, mierda.
—Necesito sacar la licuadora de ahí.
—Me hubieras dicho eso, no quiero que metas tus narices en cosas que no son tuyas ¿Entendido?
—¿Disculpa?
—Lo que oíste, ahora hazte a un lado.

Indicó, tomó un juego de llaves de su pantalón y abrió la puerta. Había más cajas de las que recordaba, cerró la puerta de un golpe, dejando la caja de la licuadora en la cama.

—¿Podrías llevarla a la cocina?
—Bien.

Echo llave a la puerta del closet, guardó las llaves y salió de la habitación con la caja en manos. ¿Qué mierda escondía? Debía de averiguarlo, solo debía pensar en un plan, y ya sé que haré. Me quité la ropa, quedando en ropa interior; me posicioné en frente del espejo y me vi. Mierda, está peor de lo que imaginé, mi espalda estaba llena de hematomas. Escuché un ruido, giré mi cuello y él estaba ahí observándome. Dio unos pasos a mí, colocó su mano encima de mi hombro. Acariciándolo, hizo mi cabello a un lado y besó mi mejilla.

—Necesito dormir.

Indiqué separándome de él, tomé el camisón que coloqué en la cama y me lo puse, me metí dentro de las sábanas y apagué la lámpara. Escuché la cremallera del pantalón de Kang, el sonido de sus zapatos al caer el suelo, sonaron en toda la habitación. Gire mi cuello y lo vi sobre mi hombro, podía ver su cuerpo en una sombra, dejó su blackberry en la mesa de noche al igual que las llaves, me giré rápidamente. Se recostó al lado mío, sentí su mano en mi cintura, atrayéndome a su anatomía.

—Te amo.
—Yo más.

Tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos. Bajó su cabeza hasta mi cuello, besándolo. Solo me estremecí, soltó mi mano; acarició mi abdomen y bajó lentamente. Estuvo por introducir su mano dentro de mi panti y le detuve.

—No. Por favor no.
—¿Por qué?
—Aun no...
—¿Entonces cuando?

Preguntó molesto.

—Ya pasaron más de cinco años, eres mi mujer. Tengo derecho a tocarte.
—Dame más tiempo...

Susurré, el suspiró frustrado y se separó de mí. Los minutos pasaban más rápido de lo normal, no podía dormir. Giré mi cuello y me aseguré de que Kang durmiera, y así era. Me levanté de la cama, tratando de no hacer ruido alguno, caminé hacia la mesa de noche del lado de Kang y tomé el juego de llaves. Cogí la más pequeña y caminé hacia el closet, la metí en el cerrojo y la giré un ruido hizo esta, giré a ver a Song Kang quien se movió para luego seguir durmiendo.

Quité la llave y la puse en su lugar, el blackberry vibró. Era un mensaje de... Natasha. Natasha ¿Dónde escuché ese nombre? A sí, era la secretaria de Song Kang ¿Por qué le envió un mensaje y a esta hora? No creo que sea de trabajo, traté de leerlo pero el teléfono estaba bloqueado, Kang se movió. Corrí al baño y cerré la puerta cuidadosamente. Bajé la palanca y salí de ahí. Kang estaba sentado en la cama con el móvil en mano.

—¿Quién es?

Pregunté, caminando hacia la cama. Él no contestó y dejó el móvil en su sitio.

—Debo irme, tengo trabajo.
—¿Trabajo? ¿A esta hora? Es media noche.
—Trabajo es trabajo _____. Debo irme.

Dijo firme, se levantó de la cama. Para luego vestirse, sabía que mentía y que aquel 'trabajo' tenía nombre y apellido y era 'Natasha MacFlalard' o mejor dicho 'Natasha MásFácil' de seguro iría a revolcarse con ella, de eso no había duda alguna.

—Pero...
—No discutas.

Indicó, metiéndose al baño. Me apresuré y tomé el blackberry. Se olvidó de bloquearlo, leí el mensaje y la rabia se me subió al rostro. Maldita zorra. El mensaje decía.

>> Estoy sola, en ropa interior, muy caliente y húmeda ¿Tiene algo en mente Sr.? ¿O está muy ocupado con la violada de su mujer?<<

Dejé el móvil en su lugar y me di media vuelta.

—Tú puedes, solo tienes que dejar que te toque y... sé que puedo...

Caminé hacia el baño, acomodé mi cabello y me posicioné atrás de Kang, quien se cepillaba los dientes. Enjuagó su boca y dio media vuelta, me miró de pies a cabeza con el ceño fruncido. Llevé mis manos a su cadera, quitando su correa. Desabotoné su pantalón y se lo bajé.

—¿Qué haces?

Preguntó, me puse de puntillas y lo besé. Toqué su pecho descubierto, Kang dio un paso hacia delante e hizo los pantalones a un lado, me separé de él y levanté el camisón quitándomelo. Llevé mis manos a la espalda y desbroche mi sostén el cual cayó al suelo. Tomé las manos de Kang y las coloqué encima de mis senos.

Cerré los ojos disfrutando su tacto, bajé mis manos hasta su miembro. Lo presioné y él gimió, una sonrisa se dibujó en mi rostro; bajé su bóxer y tomé su pene erecto. Empecé a mover mi mano, masturbándolo. Él cerró los ojos, echó la cabeza hacia atrás disfrutando la sensación que le causaba.
Colocó su mano encima de la mía, deteniéndome. Lo miré confusa, puso su mano en mi cintura y me empujó hacia la cama. Me tumbo en ella, colocándose encima de mí. Hundió su cara en mis senos, aspirando. Besó cada pezón, se dirigió a mi cuello y pasó su lengua. Causándome un escalofrío por todo el cuerpo. Llevó sus manos a mi cadera y tomó los extremos de mi braga, lentamente las bajo y lentamente entró en mí; cada vez aumentaba el ritmo y yo solo gemía ante el placer.

Sí, sí podía. Solo tenía que hacer lo mismo. Song Kang salió del baño y tomó una camisa del armario para colocársela, buscó sus zapatos y móvil y salió de la habitación. mierda ¿Por qué no lo hice? Soy una estúpida cobarde, escuché la puerta cerrarse. Me tiré a la cama en llanto, no podía darle lo que él quería. No podía entregarme a él, maldita sea.

Los minutos que pasaban, imaginaba a Song Kang en la cama de Natasha, grite de la rabia. Me levanté abrí el puto closet y vi montones de cajas; algunas traían nombre otras no. Hubo una que me llamó la atención y fue por el forro; estaba envuelta en papel lustre negro. No era grande ni pequeña, la tomé y traté de abrirla pero estaba bien pegada. Fui a la cocina por un cuchillo y abrí la caja.

Llevé una mano a mi boca por cada papel y foto que veía. Esto, esto era ¿Verdad? ¿Pero qué demente haría esto? ¿Acaso estaba desquiciado? Mierda ¿Con que bestia me casé?

¿Amor O Obsesión? (SONG KANG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora