Me sonrió, no sé ni por qué lo hizo. Estas semanas amenas me miraba. Él tomó a la chica que tenía a su costado. Me sorprendía que no esté con Madisson. Ella era diferente, nunca antes la vi. Era alta, delgada, tenía una linda figura. Tenía el cabello castaño y los ojos verde azulinos. ¡Era hermosa! La tomó del rostro y la beso ¡Joder! ¡La beso! ¿Acaso lo hizo a propósito?
—Aquí están sus piñas coladas—
Dijo divertido Jimin. Yo solo lo observé y salí de allí. Me dirigí a la parte delantera de la casa, donde muchos estacionaron sus coches ¿Pero qué hacía él aquí? Ryan dijo que no vendría ¿Quién era esa? ¿Y por qué la beso en mí delante? ¿Acaso lo hizo a propósito?
—¿Qué pasa, ____?—
—Nada, solo quería tomar aire—
—¿Vamos adentro? —
Yo asentí, él tomó mi mano y me llevó nuevamente a la fiesta. Me di cuenta que Javiera no estaba, suponía que estaría en la pista de baile o en la barra. Ambos nos dirigimos a la barra y Jimin pidió dos pequeños vasos de ron. ¿Ron? Nunca tome ron.
—Solo tómalo de frente—sonrió—
—Está bien—
Hice lo que dijo. Pero una sensación amarga recorrió mi garganta, yo solo tosí. Y el rio, pidió otro y luego distintos tragos. ¿Acaso trataba de emborracharme? Luego de unos minutos la cabeza me dolía, todo giraba. ¡Dios estaba ebria!
—Ven, vamos a bailar—
Sonrió, tomó mi mano y nos dirigimos a la pista de baile. Jimin estaba ebrio tanto o más que yo. Perdía la estabilidad pero lo único que hacía era reír. Jimin se acercó más a mí y me besó. Yo le seguí el juego. Estaba ebria no sabía que era lo que hacía.
—¡____ eres hermosa! —
Gritó. Yo solo reí. Esta vez la que lo besó fui yo. Él sonrió y tomó mi mano. Subimos los escalones, había bastante gente. Jimin abrió la puerta de un cuarto y nos dimos con la sorpresa de que estaba ocupado. No los conocía pero no era agradable ser interrumpido en pena pose del perrito. Él la cerró rápidamente y ambos reímos, abrió la de al lado y estaba vacía, entramos y nos tiramos a la cama. No paraba de reír, fue tan gracioso como incómodo. Matías se colocó encima de mí y me vio fijamente para luego besarme. Lo tomé del rostro e hice que el beso fuera más intenso.
Él bajó hasta mis pechos y yo solo gemí. Tocó mi pierna hasta llegar a mí trasero él me sonrió. Y yo hice lo mismo.
—Necesito un trago ¿Quieres uno? —Preguntó, yo asentí. Él se quitó de mí y besó mi frente. Permanecí recostada. Y los ojos se me cerraban.
—Regreso en un minuto—
Sonrió, para luego salir. La puerta se abrió inmediatamente y supuse que era Jimin.
—¿Tan rápido llegaste? —
—Shh...—
Yo solo reí. La luz estaba apagada, así que no vi su rostro. Pero me di cuenta de que había asegurado la puerta.
—Bebe—ordenó—
—¿Qué es? —
Pregunté confundida, la vista la tenía borrosa realmente. Sentí su mano que me ayudaba a levantarme y colocaba el vaso en mis labios. Bebí el líquido que me dio y el colocó el vaso a un lado. Acarició mi rostro y besó mi mejilla.
—No sabes cuánto tiempo esperé para esto...—
—¿Esperaste? ¿Qué esperaste Jimin? —
—¿Confías en mí? —
—Claro que sí—
Sonreí. Él me beso y tomó mis manos. Para luego amarrarlas, quitó mis tacos e hizo lo mismo. ¿Qué hace?
—¿Qué... Que haces? —
—Shh... Jugaremos, ____—
—¿Jugar? Yo no quiero jugar. —
—Lo harás—
Unió el amarre de los pies con la parte baja de la cama. No entendía. ¿Para qué me amarró?
—Jimin suéltame, por favor—
—¿Jimin? ¿Quién es Jimin —
Rio. ¡Joder! Si él no era Jimin ¿Con quién mierda estaba ahora? Tomó mis manos y las dirigió a la parte superior de la cama, en la cabecera. Traté de forcejear arañando su rostro. El soltó un grito y me golpeó ¡No! Me giro y llevó sus manos a mi espalda, sentí como bajaba la cremallera de mi vestido. Sus manos acariciaron mi torso desnudo ¡Dios! Él lo deslizo y se colocó encima de mí. Estaba desnuda. Ante un loco. Tenía miedo. ¿Acaso me... violará? ¡Joder!