Él negó por lo bajo, estiró su mano hacia atrás y sentí como introducía un dedo en mí, gemí. Empezó con sus movimientos circulares y levantó la punta del dedo, rozándolo con mi clítoris. Lo introdujo más y jadee, hice mi rostro a un lado, ya no podía; explotaría y grité.
—¡Te amo! ¡Te amo! jJoder! ¡Song Kang! ¡Te amo!
—Vamos, _______. Grita, grita más.
—¡Song Kang!
—¿Si ______?
—No puedo...
—Córrete.Susurró en mi oído, tiré de las sogas; y arquee mi espalda. Estaba por llegar al segundo orgasmo, mierda. No podía, no podía, grité por última vez y me corrí.
—¡Ah!
Song Kang retiró sus dedos de mi interior y se inclinó para besarme.
—¿Te gustó?
Asentí avergonzada, Song Kang besó mis mejillas, bajó hasta mi cuello y besó mi seno. Lo colocó en su boca y empezó a succionarlo, pasó su lengua alrededor de mi pezón, haciéndome excitar más. Lo mordió y grité, e hizo lo mismo con el otro. Subió nuevamente a mis labios y lo besó. Lo tomé con los codos, acercándolo más a mi boca y le seguí el beso. Song Kang descendió por mi cuerpo pasando la lengua a medida que bajaba.
Cuando llegó a mi sexo, sonrió maliciosamente; sentí su miembro bucal en mí. Arquee la espalda; me tomó de los muslos manteniéndome en mi lugar e introdujo más su lengua; gemí del placer que me ocasionaba.
Se mantuvo de mis piernas con firmeza, realmente no sabía que es lo que hacía pero no quería que se detuviera. Dios, ahí viene; está en camino mi tercer puto orgasmo; mi cuerpo no da para más ¿Cómo es que ocasiona esto en mí?—¡Song Kang!
Gemí, el levantó el rostro y subió a mi rostro. ¿Por qué? ¿Por qué se detuvo? ¿Kang ahi? Eso no podía ser.
—Debía de vengarme, no dejaste que me corriera cuando me masturbaste, _______.
Susurró cerca de mí oído, tiré de las sogas gruñendo. Levanté mi pierna y guie mi pie hacia su miembro, le acaricié con el empeine. Cerró los ojos y me detuvo, bajó lentamente mi pie, poniéndolo en el lugar que estaba, abrió mis piernas y sonrió.
—Grita, _______.
—¿Eh?Cuando entró en mí, grité el nombre de este, y él sonrió. La embestida fue más rápida y más fuerte, se inclinó y me besó. Abrí mi boca dándole acceso, para que introdujera su miembro bucal; tiré de su labio haciéndole gruñir. Entró en mí con más fuerza, sus testículos impactaron con mi parte trasera. Rodee mis piernas alrededor de su cadera. Gimo y embiste con fuerza, cada vez con fuerza a un ritmo implacable; y yo mantengo el ritmo de sus embestidas. Me tiembla el cuerpo, me arqueó estoy bañada en sudor, mis pensamientos se dispersan. Mi cuerpo se pone rígido.
—Vamos, ________ córrete. Córrete para mí.
Me dejo ir, en cuanto lo dice, llegó al clímax y estallo en mil pedazos, y mientras se corre también él, da una última embestida y se queda inmóvil; vaciándose en mí. Abro los ojos, y Song Kang tiene la frente pegada a la mía, su respiración es irregular; sigue dentro de mí. Se inclina y besa mi frente; baja hasta mis labios y lentamente sale de mí.
Se tumba a mi lado, apoyándose en un codo y me observa. Traía una sonrisa amplia en los labios.
—¿Me soltarías ya?
—Me gusta tenerte así.
—Suéltame, ya Song Kang.Dije seria, él sonrió. Llevó sus manos a la cabecera de la cama y desató las sogas, las desaté de mis muñecas y las sobé; tratando de que la sangre pueda circular mejor. El trasero me dolía, Kang me rodeó con sus brazos, besó mi hombro y apoyó su cabeza en mis pechos ¿Qué acaba de pasar? ¿Cómo terminé teniendo sexo con él?
—Te amo.
Susurró en mi oído.
—Yo también.
Sabía que si no le respondía, haría que lo dijera de todas maneras, y estaba exhausta para pelear. Estaba demasiado cansada, así que quedé dormida al lado de él. Al despertar, estaba sola; como siempre. Kang debe de haberse ido ya a trabajar, me levanté; me dirigí a nuestra habitación; cogí mi bata y metí a la ducha. Estuve ahí por más de cinco minutos, estaba exhausta por la noche de ayer, aun no comprendía que fue lo que me pasó. Es como si me hubiera hechizado, no se me ocurre otra cosa, salí de la ducha, busqué una lleggin color negra, una blusa de gasa color jade, las acomodé en la cama; busqué mi ropa interior y las tiré al lado de las prendas escogidas. Sequé mi cuerpo y empecé a vestirme, busqué el cepillo y cepille mi cabello; cogí la bata y sequé las puntas de mi cabello las cuales goteaban. Busqué mis botines y me los puse
Cogí el cepillo de dientes, eche pasta en él y cepillé mis dientes. La puerta sonó, levanté la vista ¿Quién será? Enjuagué mi boca y la sequé con la punta de la bata, caminé hacia la puerta, rasqué mi cabeza con las yemas de mis dedos, tratando de darle volumen a mi cabello. Tomé el cerrojo y abrí la puerta, me quedé perpleja al verle; el dio un paso hacia mí, tomó mi rostro con ambas manos y me besó, no le seguí el beso. Su acción me dejó perpleja.
—¿Estas bien? ¿Te hizo algo?
Preguntó espantado, me tomó de los hombros y me abrazó. Negué ante su pregunta; no podía decirle >> Tuve sexo duro con él <<
—¿Qué haces aquí?
—Vine por ti.
—No quiero exponerte a él ¿Y si es mala idea?
—Te protegeré.
—¿Y quién te protegerá a ti?
—Sé defenderme, vámonos _______.Asentí, no quería levantar sospechas. Así que solo salí con la ropa que tenía, salimos del hotel; tomamos un taxi, James le dio dirección y el taxi nos llevó. El hotel en que se hospedaba era realmente hermoso, bueno el otro también lo es. Entramos y subimos al ascensor, estaba nerviosa; solo pensaba en Kang ¿Y si llega y no me encuentra? El sonido del ascensor hizo que volviera al mundo real, James tomó mi mano y salimos, caminos unos cinco pasos y nos quedamos en frente a una puerta, él la abrió y entramos. El departamento era bonito, no podía negarlo.
—Es bonito.
—Lo es.Asintió él, caminó yo le seguí, estábamos en la cocina. Abrió el refrigerador y sacó una torta, era de chocolate, solo quedaba la mitad. El estómago empezó a sonar, James rio, sacó dos platos y puso en cada uno un pedazo.
—La compré ayer, tenía hambre.
Sonrió, me alcanzó un plato y un tenedor. Lentamente empecé a ingerirla, James sacó una caja de jugo de naranja y llenó dos vasos, di el último bocado de torta, y tomé el vaso; bebiendo solo la mitad. Estaba llena, james se dirigió a mí y me abrazó por detrás.
—¿En serio no te hizo nada?
—Estoy bien, James.
—¿Qué pasó después de que me fui?
—Solo... discutimos.
—¿Por qué estas así?
—¿Cómo así?
—Distante, seca ¿Es por qué te besé?
—No, no es eso; solo...Inhalé aire, no sabía cómo decirle que... quería regresar a mi departamento. Quité sus brazos de mí y giré a verle.
—¿Solo qué?
—James...
—Dímelo _______.
—Nada olvídalo.Sonreí, me levanté de la banca y le abracé, él me rodeó con sus brazos apegándome más a su anatomía. Tomó mi rostro con ambas manos y me besó.