Capítulo 36

152 12 1
                                    



Mamá y yo nos encontramos en un día tan angelical y tranquilo. Resulta que hoy desde temprano mi padre salió junto a mis hermanos a una actividad que tenía del trabajo y llegarán en una hora. No hay gritos, peleas ni cosas tiradas por todos los lados, a eso le llamamos un domingo de paz.

Estábamos en la terraza de nuestro tercer piso disfrutando del lindo atardecer junto a unas galletas que horneé hace un momento.

—Ya me hacen falta.—lo dice luego de verse la segunda temporada de Luis Miguel completa.

—Confirmo.—digo y le doy una mordida a la galleta. Suena una llamada desde mi teléfono y la pantalla se ilumina con el nombre de Flynn Rider, o sea Alex. —Que raro.— digo para mi y tomo la llamada. —¿Qué pasa?

Hola Lorena, ¿cómo estás?

—Bien, ¿por qué llamas?—mamá me da una mala mirada por mi falta de cortesía.

Yo estoy bien gracias por preguntar.—Alex me regaña indirectamente también.—Anthony dará una fiesta en su casa para ver si tu y tus amigas pueden ir.

—¿Cuándo?

Hoy a las siete, o sea en una hora.

—¿No pudiste decírmelo el viernes o ayer?—le pregunto molesta.

Fue ahora que Anthony la planificó.

—Ah. Pues dudo que vayan, especialmente yo.—padres estrictos check.—Manda un mensaje por el grupo que creamos la vez que fuimos a tu casa donde están todos y manda la ubicación por igual.

Ok. Como quiera es en el conjunto al lado del tuyo.—Los conjuntos son lugares cerrados donde hay muchas casas o apartamentos, donde yo vivo por ejemplo, es un conjunto grande conformado por conjuntos pequeños y resulta que Anthony vive al lado.

—¿Pueden venir Jessica y su novio?—Al Jessica no ir a la actividad de la otra vez, no está en el grupo.

Claro, claro. ¿Crees que puedas venir tú?—pregunta.

—No te prometo nada. Pero cualquier cosa te llamo.

Ok.

—Como vendrás cerca, tráeme los pantalones que me regalaste.

¿Sólo eso?

—Bueno si puedes con la caja aunque cuando vuelva a tu casa la traigo para que se te haga más fácil.—tu dignidad al piso como siempre.

Ok, entonces llámame.—dice y cuelga.

—¿Qué tanto hablaron?—mamá siempre de curiosa.

—Eh...pues...—me rasco la cabeza.—Alex me invito a una fiesta.—digo un poco rápido y bajo la mirada.—Pero sé que no me vas a dejar ir.

—¿Dónde es?—la miré extrañada.

—En el conjunto de al lado.—¿Será qué...?

—Debes venir antes de las diez.—la miro sorprendida.

—¿Estás hablando en serio?—le pregunto porque no me lo creo.

—¿Me ves cara de payasa?—le doy un abrazo emocionada.—Te había dicho antes que cuando consiguieras un novio te iba a dar más libertad porque sabía que ibas a estar en buenas manos.—dice mientras se separa de mi.

—¡Gracias, te quiero!—la abrazo por última vez y bajo para el segundo piso hacia mi habitación. Busque el número de Alex y lo llame.

¿Te dejaron ir?—dice con un tono emocionado.

Un Amor Joven.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora