Último día de clases, por fin.
Adiós matemáticas, química, tareas, exposiciones, maestros malhumorados sin razón, fila sin fin de la cafetería, trabajos largos sin razón, les digo adiós hasta septiembre.
A pesar de que ya esté cansada del colegio, es triste asimilar que el año que viene para esta fecha estemos pensando en los preparativos de la graduación e ir pensando quienes queremos ser en un futuro no tan lejano.
Esa presión de si escogemos mal o el pensamiento de que vayamos a fracasar serán muchos de los obstáculos que vamos a tener que vencer.
—Lorena Thompson—mis profundos pensamientos se desvanecen y vuelvo a estar en el salón.—Sacaste cien en la práctica final de matemáticas.—dice la maestra. Sonrío estando orgullosa y escucho a algunos decir "normal".
Sí, soy ese tipo de chica que odia estudiar pero siempre tiene excelentes notas porque de eso depende su estabilidad emocional.
—Sino fuera por mi te hubieras ido en ochenta—me susurra Alex por detrás. Lo peor es que no está equivocado. Como predijo, tenía muchos cálculos equivocados (la mayoría eran los signos) y me ayudó a arreglarlos.
Me giro para agradecerle—Gracias.—y devuelvo nuevamente hacia adelante para que la maestra no nos llame la atención. Al parecer siempre que nos ve hablando, la maestra piensa que estamos teniendo relaciones.
—Laura Torres, sacaste setenta y seis—mi mirada se transporta a la de mi amiga que está a unos pupitres de mi, su expresión se convierte a una de vergüenza y sonríe para taparla. Me acerco a ella.
—¿Por qué no me pediste ayuda?—le pregunto.
—No quería molestar.
—Laura para mi no eres una molestia, eres mi amiga y los amigos están para apoyarse.
—Para la próxima será, pero no te preocupes al menos no reprobé, al parecer la mala suerte no siempre está de mi lado.—sonríe pero sé que se siente mal. Me alejo porque se le nota que no quiere que sigamos hablando más del tema y vuelvo a mi asiento.
—Alexander Williams.
—Presente.—todos ríen mientras yo le musito un ¿en serio?
—Sacaste noventa y siete.—dice la maestra y Alex pone su cabeza en mi hombro.
—Gracias, te ganaste ser mi novia por un día.
—Aburrido.—le digo fingiendo no estar interesada.
—Incluye besos y abrazos.
—No es para tanto.—Alex va a añadir otra cosa y la maestra se acerca a nosotros.
—Alexander y Lorena, se repite una vez más y les bajo quince puntos.—Alex rápidamente se aleja de mi y yo trato de no decirle nada a la maestra.
Se termina la hora de matemáticas y comienza la de química, o sea hora libre porque la maestra está corrigiendo exámenes. Todos sacan sus celulares, otros hablan y otros como Lía duermen.
—¿Quiénes van a la fiesta?—habla Natalia.
Todos levantamos las manos, menos los que están durmiendo, me sorprende porque siempre vamos pocos pero me acuerdo de que todos dieron dinero para los preparativos.
—Primera vez una fiesta con todos juntos, recuerden a las cuatro donde Laurel.—asentimos y volvemos a nuestros asuntos.
Estoy jugando Minecraft, llámenme rata pero este juego es una joya. A pesar de que Alex me haya dicho un millón de veces que no le gusta, lo descargué en su celular para entretenerme porque mi celular no tiene espacio y sé que Alex lo juega en secreto porque hizo una mansión en su mundo, una que destruiré con TNT para darle una sorpresa.
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Un Amor Joven.
Teen FictionMe imagino que muchos amantes de las historias donde el amor próspera, alguna vez se han quedado pensando si esto les pasaría alguna vez o se preguntan ¿En qué momento va a llegar ese tóxico que tendré comiendo desde la palma de mi mano?. Lorena no...