Capítulo 40

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Papá platicó bastante con Alex, ya que no tiene la presión de irse al trabajo porque hoy es sábado.

Yo mientras tanto estaba sirviendo la dosis diaria de mamá y papá, un poco de café, y en eso entra mamá.

—Mira que bien vestido vino Alex—ya se a donde va esto—Y tu así. Yo te he dicho varias veces que debes de vestirte siempre bien pero como tú nunca quieres hacerme caso.—me regaña.

—Mamá con todo el respeto—comienzo a decir  mientras sirvo el café en las tazas—Tengo casi un año conociendo a Alex y él me a visto de todas las maneras posibles para preocuparme por eso. Además, estaba cocinando y no tuve tiempo de arreglarme—trato de mantener la poca tranquilidad que me queda para que mamá no haga una escena con Alex acá.

Mamá iba a contestar pero Alex la interrumpe.

—Señora Margaret la felicito.

—¿Por qué?—pregunta desconcertada.

—Por dar a luz a una chica tan bonita—dice y me abraza por detrás. Sonrío y le comienzo a echar el azúcar a las tazas del café.

—Claro que es muy bonita pero debe aprender a vestirse mejor.—ahora busca que Alex se ponga de su lado.

—¿En serio usted cree eso?—pregunta Alex. Yo tomo las tazas y le extiendo una a ella.—Ella siempre se ve fabulosa.

—Que bueno que tengo un novio que me quiera como soy, un sueño para muchas una realidad para mi.—digo y me dirijo a la sala a llevarle la taza de café a papá. Cuando llego ahí le suplico.—Llévate a mamá de la cocina por favor.—asiente y va a la cocina conmigo.

—Margaret vamos a subir que tengo algo que contarte.—dice papá y le da un sorbo al café—Alex, guardaré el vino para cuando tengas dieciocho para beberlos juntos.

—Eso es una orden jefe.—le contesta emocionado.

—Margaret espero por ti.—habla papá y comienza a subir las escaleras.

—Bueno, seguimos hablando luego—dice mamá y se va.

—Perdón por todo eso, mamá a veces quiere sobresalir más de la cuenta—me disculpo y voy recogiendo la mesa.

—No importa.—dice y se sienta en las sillas del desayunador

—¿Crees que ayudamos a Laurel a acercarse a Javier?—pregunto y llevo los platos al lavaplatos.

—Javier no es de esas personas que quiera algo serio, y lo sabes, seguro que quizás ligaron pero no más de ahí.—contesta.

—Pero puede cambiar por ella—digo doblando el mantel de la mesa.

—Ves y lees muchas cosas cliché Lorena—me recuerda.

—¿Pido perdón? Pues no.

—Solo te digo que esas cosas no pasan muy a menudo en la realidad.

—Pero pasa.—digo.—Bueno ahora voy a lavar los platos y si quieres subir con los chicos, puedes.

—Quiero lavar los platos yo.—dice parándose de la silla y quitándome de donde estoy.

—No, eres visita.—lo empujo.

—Estoy más en tu casa que en la mía—dice y se pone de nuevo.

—No lo vas a hacer Alex—digo de nuevo y lo quito.—Tu solo quédate sentado.

—Pues voy a barrer.—dice y busca la escoba.

—No vas a hacer nada Alexander—hablo y le quito la escoba.

—Me gusta barrer así que voy a barrer y punto.—dice tratando de sonar enojado.

Un Amor Joven.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora