Luego de la entrada del chico nuevo, nos quedamos hablando. Tuvimos que bajar, ya que al ser el primer día de clases la coordinadora daba su hermoso precioso discurso, nótese el sarcasmo. Cada grado se organizó en filas.—Bienvenidos estudiantes de Secundaria. Es un placer volverlos a ver un año más. Espero que hayan pasado unas buenas vacaciones—Claro, eran buenas porque no teníamos que venir a cierto lugar—Para los nuevos integrantes, el uso de celulares está prohibido en el aula, los chicos deben llevar su camisa por dentro y las chicas no pueden tener colores de fantasía en el pelo—una cárcel—Espero que este año sea de gran provecho para ustedes, pueden volver a sus aulas—Algunas personas aplaudieron y otras nos dedicamos a girar los ojos.
Nos dirigimos al aula. Noté que ya había llegado Susana y Laurel, las mejores amigas, Laura, Camila, Javier, Gabriel y Jenny. Mientras esperamos a la profe, Susana, Laurel y Jenny no dejaban de ver al nuevo descaradamente.
Me dirigí a reunirme con Laura, Natalia, Eli, Mary, a lo que se unieron Laurel y Susana.
—Santo Dios—exclamó—¿Quién ese muchacho de allí?—pregunta Laurel mirándolo.
—Ni idea, sólo apareció mientras estábamos hablando para regañar a Lia—dice Natalia.
—¿A Lia?¿Qué le dijo o que pasó?—preguntó Susana sorprendida. Laurel y Laura nos miraban exigiendo una respuesta.
—Pues Lia estaba diciendo que alta era Lorena, y que si consiguiera un novio sería a los 30–dijo Mary. Yo me reí nerviosa—Acabando Lia de decir eso, el chico se apareció, le pasó las manos por los hombros a Lore, y dijo que ellos podían ser novios—finalizó Mary. Deberían de ver las caras de Laurel, Laura y Susana, era una mezcla de sorpresa pero con picardía.
—Wow, Lorena, que suerte tienes. Después se convierten en pareja. Te envidio—dijo Susana.
—Pssss, mirame y luego mirense ustedes, son hermosas—dije como si no me importará. Pero en realidad si me importaba, pero tenía que ser realista. Laurel iba a comentar algo pero ahí mismo entro la maestra de Matemáticas. Esta maestra hacia que quisieras con todo tu corazoncito matemáticas, Marina era una persona tan dulce.
—Buenos días chicos—dijo con una gran sonrisa.- Vayan a sus pupitres. Voy a pasar la lista y si no estás acá, perteneces a la otra sección—Nos dirigimos todas a nuestro pupitre y me di cuenta que justamente el chico se sentaba detrás mío. Actúa normal, Lore. Me senté como si no me había fijado que él estaba ahí y recoste mi cabeza en el pupitre.
La maestra comenzó a pasar lista—¿Alexander Williams?
—Presente—dijo esa gruesa voz detrás de mi. Así que su nombre es Alexander. Mire a mis amigas y movimos las cejas. La maestra terminó de pasar la lista y los nuevos que no habían sido mencionados salieron del aula. Al parecer Alexander era el único nuevo en el salón.
La maestra comenzó a explicar acerca de nuestro plan escolar y algunas reglas. Lo mismo de siempre. El timbre sonó, indicando que matemáticas se había llegado a su fin y nos tocaba Lenguaje, que rabia ver a esa maestra de nuevo. Mientras esperamos que la maestra llegará, me giré a agradecerle a Alexander por lo que hizo hace un rato.
Me gire y me dio una mirada de ¿ahora qué? No debí de haberme girado pero ahora no iba a quedar como una estúpida.
—Oye, gracias por lo que hiciste hace un rato—le dediqué una sonrisa. Su mirada se suavizo un poquito a lo que me respondió.
—Ah, no importa. Yo también pase por eso, no me gusta que molesten a los demás sólo por su físico—Ay, que hermoso. Al instante su mirada se endureció—Esto no quiere decir que seamos amigos o nos sentaremos juntos en el break—dijo con molestia. Me quedé o sea marica que le pasa.
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Un Amor Joven.
Teen FictionMe imagino que muchos amantes de las historias donde el amor próspera, alguna vez se han quedado pensando si esto les pasaría alguna vez o se preguntan ¿En qué momento va a llegar ese tóxico que tendré comiendo desde la palma de mi mano?. Lorena no...