Capítulo 29

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POV ALEX

—Adiós, gracias por venir.—me despido de las chicas mientras van caminando hacia el auto y busco con la mirada para poder despedirme como se debe con Lore. No la encuentro por ningún lado, seguro ya se monto en el auto.

Unos brazos delgados me rodean y no tengo que mirar su cara para saber quien es.

—Pensé que no me iba a poder despedir.—me giro para poder abrazarla. Lorena es alta pero le llevo al menos una cabeza, me encanta como siempre trata de esconderse en mi pecho.

—Te devuelvo tu camiseta después.— me dice mientras se separa de mi.

—Te la puedes quedar.— digo fingiendo estar desinteresado porque se quede con una de mis camisetas favoritas.

—No te la iba a devolver como quiera, pero gracias de todas formas.— admite. Yo te extrañaré camiseta, tenlo por seguro. Lorena sale de la casa hacía el auto y se detiene de repente. Esperemos que diga que es mentira y me la devolverá. -¿No saludarás a Mami?-pregunta.

—Eh... claro claro.—salgo junto a ella y llego hacia la ventanilla de conductor.—Buenas noches Margaret.—la saludo. La señora Margaret, es una mujer que parece súper joven y es bella. Lorena no se parece en nada a ella físicamente pero en la actitud se parecen en algunas cosas, por más que ella lo quiera negar.

—¡Oh mi niño! Cuanto tiempo sin verte.—Voy a su casa cada semana y dice cuando tiempo sin verme.—¿Cómo has estado?—me regala una sonrisa. En algunas partes no, ejemplo Margaret es súper dulce y pues Lorena, le cuesta sacar ese lado.

—Super bien, mejor porque su hija se pasó algunas horas en mi hogar.— casi le quitaba la virginidad. Sonrío para disimular lo que acabo de pensar.

—Bueno un placer verte, mándale saludos a tus padres y que duermas bien.—me desea.

—Lo mismo para usted.—le digo y me alejo un poco de la ventanilla. Me despedí con la mano mientras las veía irse. A lo lejos veo el auto de mi hermano. Se acerca y deja el carro en el parqueo.

—Hey.—saludó.

—La camiseta que tenía esa chica, ¿no era tuya?—pregunta mientras va sacando unas cosas del carro.

—¿Por?

—¿No fue por la que estuviste rogándole a papá por un mes que te la comprara? Hasta la lavabas tu mismo.- me recuerda y entra a la casa.

—Lamentablemente si. Es que ella me dijo que no le prestaba mis camisetas y que se la iba a pedir a su amigo.—voy detrás de él. Se detiene en el recibidor y se gira hacia mí.

—Se llama manipulación hermanito.— me da una palmadita en el hombro. —Sabes que prestar es quedarse para siempre ¿no?- asiento. —¿Quién es?—lo miro como ¿en serio?.

Antes de que pudiera responder Lucas grita—¡Noah!.—todos se giran y corren hacia nosotros para saludarlo. Todos aman a Noah, literalmente. Cuando estaba en la escuela junto a nosotros era parte de nuestro grupo y nos sentíamos súper cool porque teníamos un chico grande entre nosotros. En fin, cosas de niños.

—Llegó papi Noah chicos.—los abraza y todos nos dirigimos al sofá de la sala de estar. —¿Cómo la pasaron? Creo que Alex me comentó que vinieron unas chicas.—dijo meneando las cejas. Camille rueda los ojos y se acurruca de Raúl.

—Maravilloso.

—El mejor día de nuestras vidas.

—Un poco más despacio, por favor. Papi Noah quiere aconsejarlos a todos. Levantando las manos por favor.—No puede ser que Lucas, Luis, Paul y Anthony literalmente levantaron las manos. —A ver Luquita, cuéntanos.

Un Amor Joven.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora