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—¡Jungkook-ah! ¿Vienes?

Jungkook volteó a mirar a quien lo llamaba y se encontró con un sonriente Taehyung agitando la mano en su dirección. Sin contenerse, le devolvió la sonrisa y el saludo. Cuando estuvo por dar un paso, escuchó a alguien más.

—¿Jungkook? —Era una voz más cercana, y aunque fue la misma que oyó segundos atrás, supo reconocer que no era Taehyung quien le hablaba—. ¿Quién es él?

Las palabras no lograron salir de entre los labios de Jungkook.

—¿Por qué luce como yo? —preguntó Younghoon, y el pelinegro no supo identificar cuál era la emoción que predominaba en su voz—. Kook.

—¡Jungkook! ¿Vienes? —le llamó de nuevo Taehyung en la distancia. Retrocedió, contrariado.

—Vaya, él luce como yo —sonrió Younghoon y soltó una risita. Jeon negó con rapidez, casi con miedo, como si fuese algo malo, y no supo por qué se sintió así—. ¿Por qué no vas?

Jungkook jadeó. Despertó.

Se sentó en la cama y se llevó una mano al pecho. ¿Qué había sido eso?

Caminó hacia la cocina y se sirvió un vaso de agua que bebió en un segundo. Tosió cuando un poco de agua le molestó la garganta por la velocidad a la que fue. Se frotó el pecho de nuevo, intentando regular los latidos de su corazón, que latía más rápido que un tren.

—Younghoon-ah, déjame dormir, por favor —susurró, frotándose los ojos.

¿Y ahora su vecino Taehyung se había sumado a sus noches también? Lo había reconocido, desde su primera aparición en aquel sueño supo que era Kim Taehyung y... no Younghoon.

—¿Cómo lo supe? No tengo idea.

—Es la primera vez que los sueñas juntos —analizó Yoongi para sí mismo—. No soy un intérprete de sueños así que no puedo dar un real significado a esto, pero... creo que ya era hora de que algo así pasara —No se le hizo extraño que haya soñado con ambos chicos. Se acomodó en su lugar y bajó la libreta. Lo observó unos segundos—. ¿Has estado tomando lo que Hoseok te recomendó?

—Desde la cena del sábado —resaltó y Yoongi trató de no reír ante lo pequeñito que se vio al asentir con obediencia—. He realizado un horario más relajado y compré varias infusiones. ¿Sabías que existe el té de banana?

—¿Té de banana? —Esta vez no pudo evitar reír—. No, no sabía. ¿Seguro que no lo has inventado tú?

—Hyung, ¿te estás burlando de tu paciente? —refunfuñó. Alzó el mentón y se cruzó de brazos—. Para tu información, sabe muy bien. Hoseok sunbae me recomendó ese, también lavanda y manzanilla. Ya, hyung, voy a disminuirte una estrella en recomendaciones —advirtió cuando vio que el mayor lo miraba con diversión en los ojos—. ¡Me quejaré con sunbae!

—No consumas tanto de ese té, seguro que un día de estos amaneces como un plátano gigante. Serás... una banana en pijama.

—¡Hyung! —Yoongi carcajeó al, como nunca, imaginarse al menor visitándolo transformado. Le hizo una señal con la mano para que lo esperara mientras trataba de cesar su repentino ataque de risa—. ¿Se te están pegando los chistes de Jin hyung? En el próximo libro que escriba, crearé el personaje de un gato burlón llamado Yoongi, uno viejo y chiquito.

—Hazlo y te desheredo —Jungkook sonrió con sorna, retándolo—. Después no digas que soy aburrido. No valoras mi humor.

—Su humor es muy turbio, hyung —Yoongi rodó los ojos y fue esta vez Jungkook quien rio.

All of my LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora