32

1.6K 207 29
                                    

32

                                                         

—Kookie hyung, ¿ya vienes? —Jungkook sonrió al escuchar la dulce voz de su sobrino. Miró a ambos lados de la calle y cruzó la pista.

—Sí, ya salí de casa, Binie, estoy en camino. ¿Papá Jin está por allí?

—Jungkook-ah, ¿puedes pasar por la tienda y traer atún? Alguien aquí, a quien no quiero mirar, se le olvidó comprar lo primero que le pedí que comprara.

—Amor, ya te dije que puedo ir a comprar de nuevo pero tú no quieres.

—Una cosa te pedí, Kim Namjoon, una cosa.

—No, me pediste seis co-

—Ya, mi Jungkookie me traerá atún —Al otro lado de la línea, Jungkook ya había puesto el teléfono en silencio para que no le escuchasen las carcajadas. ¡Pobre de su hyung Namjoon!

—Kookie hyung.

—¿Hmm?

—¡Papi hará kimbap! Y también hay ggul tteok, nom nom.

—Jungkook-ah, no demores mucho o se enfriará la comida, ¿sí? —dijo Jin—. Yoongi, si te veo una vez más robándote un pollo, te cortaré la mano.

—¿Yoongi hyung está en la casa también? —preguntó Jungkook con curiosidad. No escuchó respuesta alguna—. ¿Hola? ¿Yoongi hyung?

Se escuchó la risa de Namjoon y Seokjin se lamentó en silencio por haber soltado la lengua.

—Sí, aquí estoy, Kook.

—No me dijo que estaría en casa de hyung también —rio—. Lo hubiese esperado para ir...

—¡Ruaaa, ruaaa, soy un come cerebros! ¡Me comeré a todos los niños que encuentre, ruaaa!

—¡Papi, paaapi, papi, ayuda! ¡Un monstruo!

—¿Ese es Hoseok hyung? —preguntó sorprendido el escritor. ¿Había tanta gente de visita?

—Ah, sí, olvidé comentártelo antes. Llegué hace unos minutos y me encontré con Hoseok. Hmm, hyung, creo que tu teléfono está por apagarse.

—¡JK, no te olvides del a- —Se cortó la llamada antes que Jin pudiese decir algo más y Jungkook observó su teléfono.

¡Vaya! Pensó que sería otro día de películas con su engreído, pero parecía que el plan era otro y Seokjin estaba preparando una gran cena. ¿Sería muy importante? Minutos después, se encontró saliendo de una cafetería con un hobaktteok para sus mayores y peperos para el más pequeño.

—¡Kookie hyung, ayúdame! ¡Ayúdame, viene el monstruo! —fue recibido por los gritos de su niño favorito y trepándosele como un pequeño mono. Rio cargándolo y haciendo malabares para que las compras no se le fueran al suelo.

—¡Ruaaa-! Oh, Jungkook-ah, llegaste —Hoseok detuvo su correteo y sonrió al recién llegado—. Déjame ayudarte. ¡Hyung, ya llegó Jungkook!

—¿Qué dijo? —pregunta Seokjin a su esposo en la cocina, concentrado en remover las verduras salteadas.

—Que Kook ya llegó.

—¿Kook? ¡Joon, corre! —El menor se levantó de la silla de un salto—. ¿Hwawa sigue en el cuarto de Binie? —susurró.

—Sí, sí, insistió en meterse en el armario para sorprender a Kook.

—Entonces asegúrate de que esté bien escondida, ¡ve, ve!

Seokjin se apuró en servir los últimos platos que quedaban pendientes para llevarlos al comedor. Se quitó el delantal y se lavó las manos. ¡Se encontraba tan ansioso que pronto explotaría! Con tantas ganas de que por fin se diese el esperado encuentro entre su pequeño Kook y-

All of my LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora