33
Taehyung volvió a repasar con la mirada las palabras escritas en la carta que sería enviada a su querida Daegu y decidió que le gustaba como había quedado.
—Extraño mucho a la abuela —dijo Jimin desde la cama, con la mirada perdida en la caja que su amigo estaba preparando—. Ojalá pudiese enviarnos kimchi. O mejor, ir a visitarla.
—Lo sé, hubiese querido ir a visitarla ahora también, pero es comprar los pasajes o no comer una semana.
Taehyung soltó un suspiro. Hizo una pequeña mueca con los labios, sintiendo un poco de nostalgia. La culpa le estaba carcomiendo de poquitos el corazón por no haber podido llamar a su abuela tanto tiempo, probablemente desde que llegaron a Seúl a fin de año, pero se le fruncía el ceño al pensar en lo testaruda que era aquella mujer sin querer comprarse un teléfono, solo porque la tecnología no era lo suyo.
—Ha sido una suerte que te haya salido ese trabajo para hacer las compras esa vez. Mañana iré a una entrevista en una empresa —dijo Jimin, interrumpiendo los pensamientos de Tae.
—¿En serio? —se sorprendió su amigo—. No me habías contado.
—Es que acaban de mandarme un mensaje —levantó su teléfono sin muchos ánimos.
Taehyung sonrió acercándose a él, se sentó a su lado.
—¿Y por qué no estás emocionado? Es muy bueno que te haya salido un trabajo, Minie. ¿No es lo que esperabas?
—Lo sé, es solo que... —suspiró con pena—, pienso en la vida adulta y me estreso tanto, pero tanto.
Kim rio y le dio unas palmaditas en la espalda para reconfortarlo. Su amigo podía llegar a ser muy contradictorio consigo mismo en muchas ocasiones.
—Ya eres un adulto, Jimin.
—Lo sé, no quiero ni pensar en eso. Suficiente sufro ya —Se quejó como un niño.
—Ya, no te angusties. Te irá bien en esa entrevista, tendrás el puesto y conocerás gente. Hablaré con mis ángeles para que ayuden y te toque un jefe no tan gruñón, ¿qué te parece?
Jimin observó a su amigo con una ceja alzada, preguntándole con la mirada si iba en serio, y soltó una risita al no ver pizca de broma en el rostro de su amigo. Estiró el brazo y lo jaló hacia su pecho, haciéndolo chillar de la sorpresa. No tardó en envolverlo entre sus extremidades y llenarlo de besos.
—Tengo tanta suerte de tenerte.
—Mimi, me ahogas.
—Solo finge que soy Jeon Jungkook.
—Park Jimin, sigues con eso —gruñó el menor, pellizcándole en el pecho y sacando risas de su mejor amigo.
Jimin se alejó un par de centímetros y lo miró a los ojos. Taehyung lo observó en silencio, esperando a que le contara aquello que quería decirle. Lo conocía muy bien, sabía que deseaba soltar algo en ese momento y él lo escucharía con toda su atención.
—Quiero hablar sobre algo contigo —confesó—. Siento que no he sido tan sincero contigo y... no quiero ocultarte algo como esto. No quiero que hayan secretos entre nosotros. Eres mi mejor amigo, Tae.
—Te dije que podía esperar al momento en que quieras contármelo, Mimi. Si quieres decírmelo ahora, te escucho, ¿sí?
Jimin no podía creer lo comprensivo que era Kim Taehyung, su nivel de... cariño. De aprecio. ¿En verdad no estaba enamorado de él? Tomó aire e intentó ordenar sus ideas. Quería soltarlo de una vez por todas, quería... escuchar lo que Taehyung pensaba, porque no había persona más importante en el mundo para él.
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All of my Life
FanfictionJeon Jungkook perdió a su novio en un fatal accidente automovilístico y no ha vuelto a encontrar el amor desde entonces, hasta que conoció a Kim Taehyung una noche de fin de año bajo la lluvia de Seúl cinco años después. El increíble parecido de Tae...