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Leer una obra es muy entretenido, con certeza, la mayor parte del tiempo leer puede costar menos que escribir. Sin embargo, el proceso de redacción puede ser un poco más lento y difícil; conlleva, muchas veces, bloqueos en el autor, quien a veces debe explotar su imaginación al máximo para poder narrar grandiosas escenas y cautivantes protagonistas... Personajes como los que Jungkook se esfuerza por plasmar en sus obras. Le encanta, adora crear personajes, vive a través de ellos y pone muchos sentimientos en cada uno.

No obstante, como cada escritor, tiene cierto tipo de preferencias... y a Jungkook no le gustan los personajes muy «perfectos». Coincidencia o no, Park Bogum parecía ser exactamente uno.

—Bogum hyung es el favorito de todos los profesores.

—¿Eh? Claro que no, Tae —se rio Bogum—. Ese eres tú.

—¿De verdad?

—¡Claro que no! Hyung, no le creas, Bogum hyung casi siempre tiene la nota más alta en todas las clases.

—Porque el que siempre los tiene eres tú.

Jungkook, apoyado en la isla de la cocina, intercalaba miradas entre aquel par que hablaba de la universidad y se elogiaban como si fuesen disparos. Intentaba, con todas sus fuerzas, no voltear los ojos cuando notaba a Bogum muy entusiasmado por mostrar cuánto sabía de Tae.

—Hyungie, ¿me pasas la zanahoria? —pidió, mientras movía con una espátula el huevo en la sartén.

Jungkook no tardó ni un segundo en reaccionar, pero tampoco lo hizo Bogum y ambos se sorprendieron con una mano puesta sobre la verdura naranja. Con una sonrisa que trataba de no verse tan forzada, Jungkook quitó la zanahoria de la mano de Park y se la alcanzó a Tae.

Él era el hyungie de Tae, ¿qué le pasaba a Park Bogum? ¿Acaso se creía el protagonista?

El teléfono de Taehyung sonó y se apresuró en limpiarse las mano para atender la llamada de Yoongi.

—Hyung, ¿puedes fijarte en la sartén, por favor?

—Sí, señor —le sonrió Bogum.

—¿Hola? ¿Yoongi hyung?

Kim salió de la cocina y Jungkook aprovechó en fijarse vagamente en la preparación, sin muchas ganas de entablar una conversación con Bogum, el estudiante perfecto; bastante popular no solo en su facultad, sino en toda la universidad y, claro, era un excelente tutor para Taehyung. El sunbaenim favorito.

¿Dónde se había metido Yeontan? ¿Se vería muy grosero si dejaba solo a Park en la cocina por ir con el cachorro? Vale, no podía hacer eso, él tenía buenos modales, además Taehyung estaba conversando y no podía interrumpirlo yendo por ahí. ¿Por qué estaba comportándose tan hostil? Por un momento, se sintió culpable por tener pensamientos tan inmaduros. Él era un adulto, debía comportarse como uno.

Maldito sea el efecto de personaje perfecto que tenía Bogum por hacerlo sentir así. Eso era a lo que Jungkook se refería con su rechazo por ellos.

—¿Le gusta el bibimbap, Jungkook-ssi? —le preguntó Bogum después de algunos segundos en silencio, sacándolo de su nube de pensamientos.

—¿Hmm? Sí, es un buen plato.

—¿Cierto? En mi casa, la señora Yeom (que nos ayuda siempre en la cocina) prepara un bibimbap exquisito. Un día de estos traeré unas porciones para Tae y usted también puede unirse, ya que es su amigo —comentó con mucho ánimo y una sonrisa que parecía bastante sincera—. Taehyung también cocina muy bien, ¿verdad? Jimin tiene mucha suerte —se rio. Jeon asintió de acuerdo.

All of my LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora