Lienzos {l.s}

Capítulo veintiocho.

"¡Mi Osito está ahi!" Louis suelta el libro enorme de colorear que su abuela trajo de Brasil, y abre los brazos para cuando Harry se lo entrega "Oh, osito travieso, ¿Donde te habías metido? ¡Tonto osito!"

Su madre lo besa en la frente, lágrimas de emoción mojando sus mejillas.

"¿Que le decimos a Harry, cariño?"

"¡Gracias!" ahora extiende sus bracitos para rodear el cuello de Harry, y él sonríe con las mejillas rojas "Eres el mejor amigo del mundo entero, Hawwy."

Harry suelta una risita, y sonríe.

"Feliz cumple, Boo. ¡Ya eres un niño grande!"

"Ow, siete años no es grande" él se ruboriza, Harry sacude su cabeza.

"¡Lo es! Hice un dibujo de tu osito, también" se lo saca del bolsillo, desprolijamente doblado.

"Oh dios mío" Jadea, su osito está pintado en toda la hoja grande que Harry consiguió especialmente para su regalo "¡Es tan lindo! Osito lo ama" se ríe, y los adultos también.

"Y también esto" también saca una lapicera súper especial, como Harry dijo cuando la vio, de madera y salpicada de brillitos rosados y dorados, como acariciados por polvo mágico de hada, piensa.

"¡Que genial! ¡Me encanta, Hazz! pero yo no dibujo" suelta una risita nerviosa. Harry se encoge de hombros, ya había pensado en ello.

"Pero escribes cartas bonitas. Ahora, si la llevas, pensarás en mi cada vez que lo hagas"

Harry recibe un ruidoso beso en su mejilla como respuesta, el niño tiene que esconder la cara con sus hombros, una enorme sonrisa en mejillas rojas, hoyuelos profundos ocultos.