Lienzos {l.s}

Capítulo ciento nueve.

Liam es, de hecho- Agradable. Bastante, Louis está un poco impresionado con lo fácil que es entablar conversación con él.

(Y un poco encantado con que no haya mencionado su enfermedad en la media hora que lleva aquí, por supuesto)

"Es agradable" murmura Niall, mientras Louis se estira para alcanzar una taza (acción que lo hace marear, pero jamás en la vida va a demostrar que es débil contra esto. Nunca. Odia serlo, así que al menos puede pretender no serlo)

(A veces no es suficiente)

"Lo es, ¿No?" Harry está radiando felicidad y Louis no puede evitar envidiar aquello.

"Bastante. Ahora, ángel, ayúdame con los cafés"

"No puedes tomar café" Harry le dice, bajo, y Louis quiere gritar.

Ya se, ya se que no puedo tomar café. Ya se que tengo que evitar ciertas comidas, ya sé que no puedo hacer ejercicio. Ya malditamente sé que no puedo ser un humano normal y que lo único que estoy haciendo de mi vida es nada a la espera de poder serlo algún día. Ya. Lo. Sé.

"Té será" es todo lo que dice, con una sonrisa simple, tranquila y jodidamente falda.

Harry lo besa en la mejilla, Louis quiere quedarse con la calidez del gesto el resto del día. Abrazar su pecho y llorar en silencio sin que se de cuenta.

Sin embargo, tiene que admitir que Liam no es lo que esperaba que fuese y se sorprendió cuando no comenzó a hacer preguntas personales apenas cruzó la puerta. Y lo hizo reír, así que...tan malo, no es. Si bien durante la secundaria Louis tenía muchos amigos y salía seguido, además de ser un falso rebelde que se escapaba de casa y hacía las mejores fiestas, nunca tuvo un amigo como Niall es de Harry, y tampoco le molestó realmente hasta que Harry si tenía alguien genuinamente preocupado por él y Louis no. (No envidia, pero un bichito molesto estuvo picándole durante varias noches y se preguntó repetidamente por qué el nunca tuvo un buen amigo. Se echó la culpa en todas)

"Nunca probé un café tan delicioso" Liam prácticamente gime cuando Harry se lo entrega, y Niall se muestra de acuerdo ridículamente rápido. Desde que el castaño llegó Niall es un desorden de tartamudeos, sonrisas nerviosas y risas en pequeños comentarios de Liam que no son graciosos.

"No es para tanto" Louis, sin embargo, se siente bien con el cumplido, por supuesto, el es un maestro haciendo cafés. ¿No lo sabían?

"Él es genial, hace todo bien" Harry exagera, sonriendo con esos ojos brillosos y suaves que siempre tiene para él, aunque esa es firmemente una mentira. No tiene que discutirla.

Liam lo codea, Louis aparta sus ojos (que puede jurar que ya son de corazones porque el es tan malditamente patético), y observa a su ¿Amigo? que también le sonríe cómplice.

"Él también es adorable" comenta, para Louis, cuando Harry se voltea para mostrarle a Niall algunos dibujos hizo para él. Niall quiere tatuarse y Harry nunca iba a dejar que use la obra de alguien más, no señor. No siendo amigo de un artista.

"Cuidado donde pones tus ojos" Louis frunce el ceño, devolviéndole el codazo. Liam se rie, ya negando con la cabeza.

"Hablo de Niall"

Oh. De acuerdo, entonces. Sí, eso está mejor, piensa con una sonrisa.