Capítulo cuarenta y uno.

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Harry se toca las vendas en la cabeza y suspira, observando la camilla de Louis donde él duerme.

Annette y Johannah conversan en voz baja, Harry no puede escucharlas. No le interesa mucho, de todas formas.

Observa el dibujo donde trazaba algunos lazos con señor Osito y señor Hámster. Sin embargo, su crayón marrón esya lo suficientemente gastado como para seguir usándolo, así que no puede avanzar.

Le advirtieron que no lo despierte, pero eso no significa que no pueda despertarlo con la mente, ¿Verdad?

"¡Despierta, Lou!" intenta, pero nada.

"¡Quiero jugar con los autitos! Quizás podamos incluir al señor Oso y señor Hámster en el juego, ¿Que dices?"

Tampoco nada. Hace un puchero, y decide dejar de insistir. Al fin y al cabo, necesita recupere energía, la cirugía fue larga. ¡Pero Harry lo extraña! Tendrá que aguantárselo, supone.

Lienzos  {l.s}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora