Lienzos {l.s}

Capítulo noventa y nueve.

"Me gusta que seas novio de Lou, Hazza" su hermana le pincha la mejilla, y el nombrado aparta los ojos de Louis jugando con sus hermanas pequeñas, antes de ponerlos en la suya.

Louis es increíblemente bueno con los niños, Harry suspiró por eso incontables veces mientras lo veía tratarlas y jugar con ellas como si fuese lo único importante, y él está encantado de su delicadeza que usa con sus hermanas y cómo les habla, como si todo fuera fácil y el mundo sea un pedazo de papel donde ellas pueden ser lo que quieran.

"¿Si?" Harry siente el nudo en la garganta, pasándole un brazo por los hombros para abrazarla reconfortantemente "Está todo bastante bien, ¿No? todo está en orden"

Desde que fue diagnosticado, tiene este irremediable miedo dentro suyo de que las cosas que lo rodean cambien de cierta forma. Que tu familia cambie contigo, que te trate de diferente manera, que sienta que las cosas deberían ser distintas solo porque Harry y Louis tienen cancer. Cuando tienes algo así, y ya tu vida gira como un rombo, lo único que deseas es que todo lo demás permanezca igual, de la forma agradable. Una familia normal, que se traten como si nada estuviera pasando.

Entonces, cuando las hermanas de Louis todavía intentan que las alce y juegue con todas a la vez, o cuando la abuela de Harry le habla sobre sus más bonitos lienzos, o Gemma lo regaña para ayudar con los platos, él suspira, más que feliz.

Está...todo en orden, en un contexto que nunca pensó que iba a sentirse normal de nuevo.