Lienzos {l.s}

Capítulo noventa y cuatro.

Niall es adorable.

Esa es la conclusión de Louis después de pasar un día con él. Bien-quizás es un poco explosivo y cree que hasta Harry se cansa de su energía ilimitada, sin embargo, es reconfortante, que no sea tratado exactamente como lo que es, una persona con cáncer. Está bastante al día consigo mismo como para tener a más personas teniendo compasión de él.

Entonces, Harry parece bastante feliz con ellos llevándose bien, y Louis solo puede adivinar que Niall es lo suficientemente importante para él, entonces Louis acepta definitivamente a Niall.

"Me gusta todo lo qué haces, Harry, siempre te lo dije" Los ojos de Harry brillan al escucharlo, mientras le enseña un cuadro que tituló La lluvia soleada.

"Gracias, Ni. Deberías saber, Louis es quien me ayuda mayoritariamente con las ideas y los títulos" esta apretando el hombro de Niall con cariño, pero sus ojos y su sonrisa enorme están en Louis, como si él tuviese el mundo en sus manos.

Louis se enrojece al instante, mientras Niall silva y sonríe.

"¿De verdad, hombre? cuanta creatividad"

"No es para tanto" encoge sus hombros, pero se siente bien que alguien que no sean las mismas diez personas con las que vive le guste lo que hace, al menos si se trata de un tercio de ello. "Solo...se me dan bien un poco las palabras"

"¿Un poco? amor, eres genial con ellas"

Amor.

Louis siente millones de mariposas en el estómago al segundo que Harry termina de decir aquello, y le sonríe con las mejillas arreboladas, diciéndole todo con la mirada.

Niall no parece exactamente consciente de lo que significó la frase de Harry o cuán afectados parecen ambos por ello, en su lugar, palmea el hombro de Louis como si no se hubiesen visto después de años por primera vez hace apenas media hora.

"Bien, tórtolitos. Harry me prometió una partida ahora mismo, así que..."

Harry aplaude, asintiendo.

Louis se encarga de besarlo rápidamente cuando Niall sale de la habitación y se quedan algunos segundos solos.