Capitulo ciento dos.

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"Quiero llevarte a una cita" los ojos de Louis brillan en emoción cuando abre la boca para hablar, y Harry aparta ferozmente la mirada de su suero para inquirirle.

"¿Q-Qué?"

"Una cita" sonríe Louis "Solo tu y yo, afuera un rato, siendo un poco más normales. ¿Que dices?"

Harry sonríe; no ha salido apropiadamente en lo que parecen años. Ni se ha vestido bien para otra cosa que no sea decentemente ir a una estúpida farmacia.

Entonces-la idea es tentadora, y chispeantemente prometedora. Tampoco ha salido con Louis, y ahora que son algo (¿Novios? Sí, ¿No? creo que lo son) toda la parte emocionante del comienzo de una relación puede estarse viendo opacada (solo un poco). Por ende, salir parece una buena idea.

"Digo que...muero por ir a una cita contigo, Louis Tomlinson"

Las mejillas de Louis se colorean con fuerza sobre una sonrisa tímida y brillante. Harry cree que es suficiente con el sentimiento que el gesto provoca en su vientre (maripositas, millones de ellas, jugando con osos de peluche y saltando con hamsters, por supuesto), y que no necesita nada más.

Sin embargo, no tienen nada que perder.

Lienzos  {l.s}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora