Lienzos {l.s}

Capítulo ochenta y uno.

Esa noche, Louis tuvo suficiente. Tuvo-joder, tuvo malditamente suficiente. Si Harry tiene un problema con él, que se lo diga, va a hacerlo. Si solo lo esta ignorando por qué no puede lidiar con el mundo ahora, que se lo diga. Pero no va a aceptar más este trato que está recibiendo (cree él) injustamente. Demonios, estamos en Londres, estas cosas no suceden si no en novelas.

Cuando se voltea, Harry no está ahi. No está en su camilla, y ya está frunciendo el ceño ante eso porque qué carajo.

Tampoco en el baño, nota cuando abre la puerta, entonces no entiende. ¿Donde más podría estar? ¿El tímido, que nunca salió de casa sin permiso, responsable Harry?

Quizás afuera, la idea atraviesa su mente cuando terminó de inspeccionar el patio de juegos, en vano. ¿Por qué saldría, para empezar?

¿Por qué sigue haciendo preguntas y no mueve su culo para buscarlo? Maldita sea, Louis.

De acuerdo, entonces, al salir sí que lo encuentra fácilmente. Suspira, porque aquí está. Y ahora si que no se le va a escapar de las manos. Quizás durante las últimas dos semanas lo hizo, pero ya no más, Harry Styles.

"Harold"

Él levanta la vista del césped, casi alarmado, al escuchar la voz.

"Louis-"

"Levántate"

"¿Qué?"

"Que te levantes, porque vamos a hablar"

Ellos se miran-como una guerra de miradas. Ninguno quiere ceder, pero eventualmente alguno perderá el juego.

En este caso, es Harry. Baja la mirada y se acomoda el gorrito de la cabeza (bastante tierno, por cierto, Louis se lo dijo, pero el no respondió)

"¿De que vamos a hablar?" su voz sale pequeña, Louis ya se arrepiente de sus palabras duras, de exigirle. Sabe que es difícil. Pero no quiere seguir en esta situación, se supone que están en esto para apoyarse mutuamente.

"De que odio la forma en la que estamos" se acerca a él, Harry se tensa un poco, levantándose y sacudiendose para mirarlo.

"Louis-Yo-simplemente no sé qué me pasa" sus hombros se encogen dulcemente, completamente inocente, un niño perdido en un bosque buscando una libélula.

"Sí que sabes"

Él se pone rojo, bajando la mirada.

"No" pero su voz se reduce más rápido de lo normal, entonces sus ojos conectan de nuevo, los inyectados brillantes de Harry dicen tanto, Louis quiere ahogarse en sus palabras no dichas.

"Harry"

"No puedo" y suena ahogado "No puedo dejar de...pensar...de imaginar" se interrumpe, sacudiendo la cabeza "La quimioterapia me esta volviendo loco" bromea.

"No lo creo"

La sonrisa de Harry se borra lentamente, cuando la emoción de la broma se esfuma, y entonces traga saliva antes de hablar de nuevo.

"Desde que dibujé aquello, no puedo dejar de pensar"

"¿En qué?" puede jurar que su corazón quiere salir de su pecho, correr por el patio, agarrar flores y regalárselas a Harry.