One-shots de《Kakashi Hatake》

》Especial día del padre: sueño《

Apenas abrió sus pesados ojos no pudo evitar sonreír; Kaede lo rodeaba del cuello con sus pequeños brazos. Le devolvió el abrazo y se sentó en la cama con ella sobre su regazo.

- ¿Por qué tanta efusividad hoy? - preguntó con la voz ronca. Realmente quería dormir más, anoche había llegado casi después de la media noche, por lo que estaba de hecho bastante cansado.

- ¿Qué es efusividad? - respondió confundida la niña.

- Olvídalo.

Kakashi rió y le revolvió el cabello, a veces olvidaba que su hija apenas tenía  siete años.

- ¡Levántate, rápido!

- Ya voy, sólo... dame cinco minutos.

Ella negó con vehemencia y tiró de la camiseta de Kakashi. Él suspiró y la bajó hasta el suelo, se levantó y estiró sus brazos por encima de su cabeza, sus hombros crujieron.

- Hm... creo que ya estoy algo viejo - comentó pensativo mientras hacia crujir su cuello a ambos lados.

- No es verdad, ya vámonos.

La niña lo tomó de la mano y corrió por el pasillo y luego las escaleras. Kakashi tenía que inclinarse por la diferencia de altura; se dejó llevar.

Al entrar en la sala fue recibido por un gran:

- ¡Sorpresa!

Aunque de parte de Sakumo fue mas bien un "Sodpesa", pero quién se fija en los detalles.

Kakashi no, claramente, pues su cabeza estaba en blanco, sus ojos bien abiertos y su corazón martillando contra su pecho.

- Sara...

Apenas y fue capaz de salir de su estupor. Se acercó a ella y la observó de arriba a abajo. Ella se sonrojó con el ceño fruncido por el escudriño.

- ¿Qué te pasa?, ¿No te gustó la sorpresa?

Kaede preguntó observando a los dos adultos pero Kakashi no fue capaz de responder. En lugar de eso estiró su mano hacia el rostro de la pelirroja, Sara inclinó su cabeza hacia la mano cálida de Kakashi.

- Tu hija te está hablando.

- Estás aquí...

- Siempre estoy aquí, tonto - ella le sonrió y Kakashi la envolvió con sus brazos en un apretado abrazo, escondió su rostro entre el cuello de la mujer. Ella le acarició el cabello y le habló con una linda voz suave - ¿Tuviste una pesadilla?

Sólo pudo asentir sin comprender mucho y ella lo abrazó aún más.

- Bueno, ahora debes despejarte, tus hijos esperan verte feliz - le susurró al oído y dejó un casto beso sobre su mejilla desnuda.

Kakashi se separó y sonrió como un tonto. Observó la mesa con un lindo desayuno de pancakes con crema y fresas.

- Oye, mamá no hizo todo - refunfuñó la pequeña pelirroja cruzándose de brazos al ver que sólo había abrazado a la pelirroja mayor.

- ¡Es veddad, nosotros ayudamos! - Sakumo le señaló acusadoramente con el ceño fruncido.

Kakashi se carcajeó y haciendo mella en su velocidad de un momento a otro los tenía a ambos en sus brazos.

- Me encantó su sorpresa - les dijo sincero acomodando a cada uno en un brazo - sobre todo por lo dulce - sonrió malicioso.

- Les dije que no te gustaba el dulce, pero oh adivina~ - canturreo divertida - dijeron: si papá no lo quiere podemos comerlo nosotros.