》Jealousy, jealousy《

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—Kakashi, ten un trago —Yuki le extendió un vaso con licor.

—Linda fiesta —soltó sin muchos ánimos, tomando el vaso y tragando el líquido de un solo golpe, bajando y subiendo su máscara con una velocidad envidiable.

—Qué te puedo decir, es mi cumpleaños.

—Si, feliz cumpleaños.

—¿Ya la viste?

—¿Hm? —volteó a verla, ella miraba hacia una esquina, siguió su línea de visión, notando a cierta pelirroja.

—¿Se ve hermosa o no? —le dió un golpe en el hombro para molestarlo.

Su vista se posó sobre la figura de la muchacha, usaba un vestido rojo ceñido a su delgada figura, resaltando su cintura pequeña y caderas anchas. Cabello suelto, maquillaje muy ligero que resaltaba sus ojos esmeraldas. Sintió su boca secarse y tuvo que esforzarse por apartar la mirada de su cuerpo.

—Se ve... bien.

—Límpiate la baba, Hatake. No me jodas, te la estás comiendo con los ojos.

Kakashi le tapó la boca con sus manos torpemente cunado ella se estaba acercando a ellos al notarlos.

—¡Hola, chicos! ¿Qué pasa?

—N-Nada —contestó Kakashi con la voz ligeramente más aguda. Yuki se aguantó la risa quitándose la mano de Kakashi de un manotazo.

—Sólo lo molestaba con algo.

—Oh, feliz cumpleaños, Yuki —se abrazó a ella con ímpetu.

—Gracias, cariño —correspondió aquel apretado abrazo.

—Te ves bien con otra ropa que no sea tu uniforme —bromeó Sara una vez que se separó de la doctora.

—Que chistosa —soltó con sarcasmo.

—Pero en realidad, te ves muy guapo.

Kakashi se sonrojó y apartó la mirada. Tenía puesto un saco negro, una camisa blanca que se ceñía a su torso y un pantalón negro con unos zapatos casuales, sencillo, pero le sentaba increíble.

—Tu... te ves hermosa.

Sara sonrió, sentía sus mejillas ardiendo.

—Gracias, Mr. Hatake —hizo una reverencia exagerada para molestarlo, sabía que odiaba las cordialidades.

—Oye, Sara, ven acá, quiero presentarte unos amigos.

Ninguno de los dos tuvo tiempo de reaccionar, cuando Kakashi procesó lo dicho ya Yuki la había arrastrado a un grupo de hombres vestidos con lujosos sacos. Su entrecejo se arrugó sin su permiso y no pudo apartar la mirada de cómo su linda pelirroja le ofrecía sonrisas radiantes y amables a cada uno de ellos mientras estrechaban sus manos. Aparentemente Yuki tenía pensado plantarle muchas probabilidades.

La pelirroja se mantuvo charlando con varios de ellos, siendo apoyada por nada más y nada menos que Yuki, el club en donde había decidido hacer su fiesta sin duda era grande y acogedor, música llamaba el ambiente y todos los conocidos y familiares de Yuki estaban allí. Pero Kakashi nunca miró a otro lado, otra mujer o si quiera pensó que conseguir una buena noche para desestresarse, sólo no podía apartar su mirada de ella.

—Está radiante esta noche, ¿no? —volvió a insistir la pelinegra.

Kakashi exhaló profundo y pidió paciencia al cielo.

—¿Qué estás haciendo exactamente?

—Oh, bueno. La verdad, quiero que te des cuenta de que si tú no la reclamas como tuya, alguien va a quitartela, en algún momento.

One-shots de《Kakashi Hatake》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora