One-shots de《Kakashi Hatake》

》Estaba en medio《

Yuki sabía con certeza que Kakashi amaba a esa chica, sólo que no había querido verlo, o mejor dicho, había decidido mirar hacia otro lado, pero sentía que debía parar antes de que su enamoramiento por Kakashi llegara a algo más. No era estúpida, veía la forma en que él miraba a la pelirroja, sus ojos carbón con ese brillo y esa suavidad que sólo guardaba para ella, Yuki no dudaba que Kakashi la quisiera, pero podía darse cuenta que aunque ellos dos eran pareja, ella no era la prioridad para el peliplata. No que no le diera su tiempo, ni dedicara a su relación, quizás era sólo su mente jugandole una pasada, pero los ojos de Kakashi no parecían poder mentir.

No le sorprendió que él decidiera quedarse con ella en el hospital la mayor parte de su tiempo libre, tampoco que buscara a quien le había hecho eso sin encontrar resultados, ni que se volviera un poquito paranoico con protegerla los primeros meses en caso de que volviera a ocurrir. Le alegraba inmensamente que Sara hubiera despertado, porque a decir verdad, esa jovencita era sin lugar a dudas una persona muy fácil de amar, no podía culpar a Kakashi realmente, ella misma le había tomado mucho cariño en tan poco tiempo, porque la forma en que la pelirroja se expresaba y demostraba su cariño a sus seres queridos te hacía querer protegerla de cualquiera que se atreviera a lastimar su bondadoso corazón. Le había dolido el alma verla con el rostro desfigurado y lleno de moretones, oír sus sollozos cuando hacían las curas de sus cortes y quemaduras, Yuki la quería, muchísimo, quizás como a una hermana pequeña y también quería a Kakashi, no podía enojarse con ninguno de los dos, pero no evitaba que su corazón doliera en su pecho al verlos juntos.

Por eso hoy estaba aquí, frente a Kakashi, luego de haber comido en Ichiraku Ramen, sentados en una banca mientras veían las luces del cielo alumbrar la noche.

—¿Pasa algo? ¿Hice algo malo?

Si algo tenía ese idiota era que se preocupaba por sus personitas importantes.

—Yo quería hablar contigo desde hace un tiempo, pero con todo lo que estaba pasando no creía que fuera el momento.

Los hombros del ANBU se tensaron y su entrecejo se arrugó.

—No sé qué hice, pero no fué mi intención, lo juro.

Yuki sonrió ante su intento por alivianar el ambiente.

—Kakashi, ¿Me amas?

Él la observó, sin embargo no respondió inmediatamente.

—¿Por qué preguntas eso?

—Porque nunca me lo has dicho.

—Sabes que te quiero mucho, Yuki.

—Si, y yo también lo hago, pero no es lo mismo que amar, ¿Tú me amas?

—Yo-

—No lo haces, y yo tampoco contigo.

Kakashi masajeo su nuca sintiéndose estresado.

—No lo entiendo, ¿A qué viene todo esto?

—Kakashi, me di cuenta de que si amas a alguien, pero ese alguien no soy yo, y a decir verdad, al principio quise hacerme de la vista gorda porque en realidad me gustas, pero no creo que una simple atracción sea razón suficiente para atarte a mi, menos si sé que esa personita puede salir lastimada por ello.

—No sé de qué estás hablando, no tengo a nadie más, no soy de esa clase de-

—Lo sé, no me refiero a eso. Y por lo que veo nisiquiera eres consciente, o mejor dicho, prefieres ignorarlo al igual que yo.

—Yuki, sé directa, no estoy entendiendo nada.

—Kakashi tú la amas a ella, no a mi, a Sara, la amas.