》Hambre《

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*

Una pequeña niña pelirroja observaba con devoción los puestos de comida de esa calle.

- Mamá... Tengo hambre podemos comprar esas cositas de allí... - el pedido de la niña fue detenido.

- Lo lamento pequeña, no tememos dinero suficiente para comprarlo.

La pequeña niña sólo caminó de la mano de su madre agachando su mirada.

(...)

La pequeña niña se había perdido entre el gentilicio del centro de Konoha, llorando llegó hasta una calle tranquila, con unas grandes casas.

Caminó por la calle observando todo con timidez. Un deliciosos olor llegó hasta su pequeña y enrojecida nariz, su estómago protestó por comida.

Se acercó hasta el respectivo olor. Observó desde el patio trasero de una casa como de dentro provenía un humo con ese delicioso olor. Inconscientemente se acercó hasta el marco de la ventana notando a un niño peliplata moviéndose en la cocina. En seguida el niño notó su presencia dejando de cocinar y observandola con el ceño fruncido. Se espantó por ello cayendo de trasero al suelo haciendo que sintiera ganas de llorar otra vez.

El niño peliplata se acercó al marco de la ventana asomando su cabeza por ésta notando a la niña en el pasto de su patio.

- ¿Qué crees que haces? - la forma tosca en que lo dijo intimidó a la pequeña niña que de inmediato se encogió asustada.

- L-lo siento... y-yo me p-perdí y-y...

- ¿Que rayos hacías espiandome? - él no cambió su tono de voz, en lugar de eso se cruzó de brazos. Los ojos de la niña se empañaron en lágrimas al ver la dura mirada que le dirigía él.

- S-sumimasen - su voz se apago a un suave susurro mientras no pudo evitar que algunas lagrimitas bajaran por sus ojitos verdes - Y-yo tengo hambre y-y olía muy rico... y-yo... - un pinchazo de culpa atravesó el corazón frío del peliplata. Bufo molesto por sentirse de esa forma y le ofreció entrar. La niña cambió completamente su semblante mostrando ahora chipitas de felicidad por sus grandes ojos verdes.

Una vez dentro de la casa Hatake el niño le ofreció de mala gana su plato de comida. Ella dudó en tomarlo.

- ¿Qué? ¿Ya no quieres comer? - dijo incómodo al notar que ella no tomaba el plato de comida.

- P-pero... ¿tú que vas a comer? - la niña lo miró con preocupación reflejada en sus ojos, como si realmente le importara que él comiera o no. No pudo evitar el palpitar fuerte de su corazón al sentir que alguien, por muy tonto que fuera, se preocupaba por él. Suspiró rendido.

- Puedo cocinar otro plato, además no tengo hambre - ella lo miró dudosa - Come - su voz firme la hizo tomar el plato de arroz y huevo que él le ofrecía.

Hatake observó apoyado desde la pared del comedor como ella devoraba el plato con ansias. No pudo evitar reír divertido. Ella lo miró curiosa con algunos granos de arroz en sus pecosas mejillas.

- ¿Qué? - dijo con dificultad por la comida en su boca.

- ¿Tenías mucha hambre verdad? - ella asintió enérgicamente con su cabeza mientras tragaba.

- Mi pancita hacía 'grrr, grrr' - se rió un poco por la inocencia de ella - ¿Cómo te llamas? - se lo pensó dos veces antes de decirle su nombre, después de todo no quería que ella lo mirara con lástima al saber su apellido y la historia que conllevaba.

- Hatake Kakashi - claro que eso no ocurrió. La niña le ofreció una linda sonrisa sin nada mas en sus ojos que pura inocencia.

- Es un gusto Hatake, mi nombre es Sara - él la miró levantando una ceja.

One-shots de《Kakashi Hatake》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora