》Segundo Contacto《

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Se encontraba descargando su ira contra varios árboles y rocas de esa zona. Estaba enojado, muy enojado consigo mismo. Tres bajas en su escuadrón. Tres compañeros que no pudo proteger. Tres personas que no volverían a ver a sus amigos o familiares. Todo por confiarse. Estaba muy enojado.

Sus puños descargaban contra la corteza del árbol destruyendola y clavandole astillas en el proceso.

Apoyo su frente en el tronco mientras recuperaba un poco de aire. Sus manos punzando. Tensó su cuerpo al oír pisadas cerca. Levantó la cabeza viendo justo a una jovencita, la reconoció, era la misma niña preguntona de hace unas semanas.

- ¡Oh al fin!, ¡Eres el señor ANBU desconocido!, así que tenías una máscaras bajo la máscara - ella rió por su propio comentario. El rodó los ojos.

- ¿Que estás haciendo? - preguntó curiosa frunciendo el seño al ver sus manos.

- No te importa. - no estaba de humor para soportar sus preguntas estúpidas.

- En realidad sí, por ello pregunto - le ofreció una ligera sonrisa. En ese momento se paró a observarla. Llevaba una pequeña bolsa consigo y un chaleco ANBU, tenía largo cabello rojizo, lindas pecas y unos ojos verdes. Sus ojos... se quedó unos segundos de más observandolos, eran de un verde bastante profundo. Eran preciosos. Sacudió su cabeza frunciendo el seño, ¿por qué había pensado eso?, ella era un niña, además bastante molesta.

- ¿Qué estás haciendo aquí?

- No te importa - dijo con una sonrisa juguetona. Ella era tan fastidiosa. Bufo molesto. No tenía que soportar esto - Hey, era broma. Que poco humor tienes ¿no crees?, ¿ahora si me dirás tu nombre?, ¿que hacías?, ¿tú hiciste todo este desastre?.

Ahí estaba esa curiosidad. Suspiró cansado.

- No.

- ¿No que?, te hice varias preguntas...

- Cállate.

- ¡Oye no seas grosero! - le miró molesta.

- Escucha niña, no sé porqué rayos estás aquí, no me interesa, lárgate o déjame largarme de aquí. Eres jodidamemte fastidiosa.

Ella contra todo pronóstico le ofreció una linda sonrisa.

- ¿Tuviste un mal día cierto?

La observó fijamente.

- Estuve mucho tiempo buscandote y no me llames niña.

- ¿Para que querrías buscarme?

- Umm pues es obvio ¿no?, quería agradecerte de verdad y devolver el chaleco de tu amigo. Intenté buscarlo pero su cabello es castaño así que sería difícil distinguirlo, en cambio tú, pues tienes un cabello muy peculiar. No había visto a otro chico con ese color de pelo. Más que los ancianos claro - volvió a reír divertida. Como si él no la hubiera tratando mal hace un momento - Te traje algo. Como agradecimiento ya sabes. Intenté buscarte hace un tiempo pero al parecer no estabas en la aldea.

- No lo quiero.

- No seas así, ¿sabes lo difícil que es encontrar a un ninja sin ser uno? - hizo un tierno puchero. - tuve mucha suerte de encontrarte.

- ¿No nombrarás a tu Dios? - dijo con sarcasmo. Ella sólo sonrió.

- Me algra que lo recuerdes. Ten - le ofreció una bolsita con comida dentro. Eran galletas. Fruncio el seño.

- No me gustan los dulces.

- Oh... pues no lo sabía... ¡pero!, prometo que están buenas, ¡te gustarán!. ¡Oh! Y ten. - le entregó el chaleco de su compañero. Lo tomó mientras suspiraba, no era tan fastidiosa después de todo. Bajo un poco la guardia.

- Gracias.

Ella lo miró sorprendida como si no creyera posible que le dirigiera una palabra amable. Un brillo especial se poso sobre sus ojos verdes. No pudo evitar verlos. Apartó la mirada en cuanto retomó el control sobre sus acciones.

- Yo soy la que agradece, enserio, si no fuera por ti y tu amigo ahora no sé ni donde estaría.

Sin saber cómo o por qué su boca pronunció palabras sin siquiera pensarlo.

- ¿Quiénes eran esos tipos? - evitó que la sorpresa que sintió se plasmara en su rostro, ¿por qué rayos se interesaba por ella?

- Umm - ella, desde que estaba allí, se notó incómoda. No le importó que él le hablara mal. No le importó que rechazara y hasta cierto punto despreciara su regalo. Pero sí que preguntara por su vida. Le pareció gracioso, siendo tan curiosa y preguntando por todo no le gustaba que preguntaran por ella. Sonrío divertido.

- Que curioso... - susurró aunque estaba seguro que ella llegó a escucharlo.

- Bueno, eran... ya sabes, tipos malos de esos que hay que encerrar - trató de ser graciosa.

- Ya, entiendo. - prefirió no presionarla.

- Entonces... - su semblante había decaído un poco y se sintió estúpido cuando cierto pinchazo de culpa pasó por su mente - ¿me dirás tu nombre? - volvió a sonreír pero él notó que era una sonrisa un poco fingida. Se lo pensó dos veces antes de responder, pero algo extraño en su interior quiso complacerla, quizás así volvería a subir sus ánimos.

- Kakashi.

- ¿Kakashi?, ¿que hay de tu apellido? Deben haber más Kakashi's por ahí.

Inmediatamente se arrepintió de habérselo dicho. Suspiró. Esa niña estaba logrando que mantuviera una "conversación" por más de 5 minutos. Comenzó a estresarse.

- Hatake Kakashi.

Buscó sus cosas para marcharse de ese lugar. Comenzó a caminar sin siquiera voltear a verla.

- Sara...Mi nombre es Sara - de no ser por su audición desarrollada no habría escuchado su suave susurro a la distancia. Se vió tentando a hacer un comentario sobre su apellido tal y como ella había hecho. Se regaño mentalmente y siguió caminando. Por alguna razón los lindos ojos de ella no salían de su mente.

Lo que más lo sorprendió fue darse cuenta que esa niña le había hecho distraerse de la rabia que sentía, el único recuerdo de ello era el dolor punzante en sus manos.

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Escrito 16/05/20

¡Hola Hola!

Pues he estado bastante animada como para escribir un poco del pasado de los dos, esto está siendo digamos la "trama" principal pero en cualquier shot podría cambiar el cuando y como se conocieron.

Si les gustó, como siempre pueden dejar su estrellita y comentar que les pareció.

Chau chau

One-shots de《Kakashi Hatake》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora