Only Fans {Erick Pulgar}

Capitulo 16.

Alondra's POV.

Había conversado con mis amigas sobre como me había tratado el Erick y ellas me indicaron que lo mejor que podía hacer era jugar un rato y sacarlo un poco de quicio para poder vengarme de él, así que esa era mi misión de hoy.

Mientras bailaba con las demás muchachas, noté que el Erick y su amigo me estaban mirando mientras conversaban. Al Erick se le notaba enojado y el otro mino le estaba comentando algo, algo que al parecer lo hacía enojar pero no lo notaba porque él seguía hablando y más le cambiaba la cara al Erick.

Les di la espalda, dandoles mi mejor vista para seguir bailando y conversando con algunas de chicas que vinieron,  mientras que otras ya estaban sentadas conversando con los weones y les aplaudía por la valentía y la motivación, yo ni cagando me acercaría a conversar con alguien que no conozco, sobre todo si son "famosos" y otros, que al parecer no son famosos, pero tampoco tienen caras de ser unos santos.

- Hola. - sentí me que decían al oído, me di vuelta y me encontré con el Erick.

- Hola. - lo miré expectante esperando que hablara. - ¿Qué pasó?.

- Mi amigo quiere bailar contigo. - me miró demasiado serio.

- ¿Quién?. - lo miré divertida y le sonreí para molestarlo.

- ¿Te interesa?. - en sus ojos pude notar como le sorprendía mi entusiasmo por conocer a su amigo.

- Claro. - lo miré fijo. - A diferencia de ti, a mi sí me falta la plata.

Sabía que no debía pelearme con él pues el plan era otro; el plan era hacerlo sentir un poquito mal por como me trató por Instagram, sin embargo, la rabia me ganó. Para no seguir discutiendo con el Erick, lo dejé hablando solo y me fui donde estaba su amigo, o quién suponía yo que era el que quería bailar conmigo.

- Hola. - me senté a su lado y le sonreí. - Soy Alondra.

- Hola. - me sonrió de vuelta. - Soy Carlos. 

- Tu amigo me dijo querías bailar conmigo. - lo miré fijamente. - Pero la verdad es que no tengo muchas ganas de bailar, no sé si te tinca que nos sentemos a conversar mientras nos conocemos.

- Sí. - me sonrió. - Dale.

Fue bastante incomodo en un principio, pero a medida que pasaba el tiempo nos soltabamos mucho más y términamos conversando como si fuesemos dos viejos amigos. También teníamos bastante en común como que ambos éramos nuevos en este tipo de eventos.

- ¡Ay, ya para!. - le dije muerta de la risa porque me estaba contando una historia. - Para, para, por favor.

- Y eso que eso pasó de verdad. - dijo riendo.

- Ya, esperame. - me paré. - Es que si no voy al baño ahora, estoy segura que me haré pis después.

- Si, ni un problema. - se rió. - Te espero aquí.

Me dirigí al baño riendo por las historias chistosas que me estaba contando el Carlos. La estaba pasando muy bien con su compañía y era algo que no me esperaba, esperaba que todo fuese mucho más sexual pero hasta el momento ha sido todo muy ameno. Claro, ya hay weones que se fueron con algunas de las minas, pero eran los menos.

Dentro del baño comencé a enrolar un cañito para relajarme aún más, no estaba segura si es que realmente se podía fumar marihuana acá, sin embargo, esta parecía ser el carrete sin límites porque veía que habían muchas cosas ilegales que se estaban usando de igual forma.

Prendí el caño y comencé a fumarlo, rápidamente pude notar como empezaba a ser todo mucho más lento y todo me daba mucha más risa. Me gustaba estar en esta nota.

Salí del baño con el caño guardado en una parte de mi vestido y mis manos lavadas para que no se sintiese el olor a marihuana en mis manos. Empecé a caminar con la intención de ir a donde estaba el Carlos pero me terminé desviando hasta la cocina para ir a servirme algo de tomar.

- ¿Estás entretenida conversando con el Carlos?. - escuché la voz del Erick y me sobresalté.

- ¡Ay, diosito!. - puse mi mano sobre mi pecho y cerré los ojos, intentando que mi latido cardiaco volviese a su ritmo natural. - Por lo menos avisa.

- Te hice una pregunta. - me dijo con un tono de voz bastante serio e intimidador.

- ¿Y te la tengo que contestar?. - me di vuelta al refrigerado donde estaban las bebidas para sacarlas. - ¿O cómo?.

- Contestame. - cerró la puerta del refrigerador lo suficientemente fuerte como para asustarme.

- ¡Uy, cuanta testosterona! Yo a ti no te tengo que contestar nada. - dije intentando no demostrar la rabia que sentía al ver como me estaba tratando. - No soy nada tuyo como para contestarte.

- Pero estás aquí por mi. - se separó de mi y se apoyó en el mesón de la cocina. - Y estás ganando plata porque yo te traje.

- ¿Y qué quieres? ¿Que te aplauda? ¿Que te bese los pies?. - me acerqué a él. - Hay más mujeres allá afuera que seguro están pero interesadisimas en chingar contigo, pero yo no. - me miró asombrado. - Yo la estoy pasando super bien con el Carlos, así que deja de molestarme. - comencé a caminar para salir de ahí.

- Estoy seguro que conmigo la vas a pasar mejor. - me miró y yo me giré.

- Estoy segura que no. - lo miré seriamente. - Tú, al parecer, no te das cuenta de las actitudes de mierda que estás teniendo conmigo. - me apoyé en la puerta. - No sé si te hice algo, aunque pareciera que sí.

- Yo no encuentro que estoy teniendo actitudes de mierda, como dices tú. - se paró recto y pude ver lo alto que era.

- Está mal que no lo notes, pero si las estas teniendo. - vi como comenzó a acercarse a mi.

- ¿Segura?. - cada vez se acercaba más a mi y eso me ponía nerviosa, a él le divertía.

- Sí. - tartamudeé. - Segura. - me paré recta como él para que no me intimidara.

- En vez de estar aquí peleandonos, podríamos estar divirtiendonos hace mucho rato. - tomó mi mentón e hizo que lo mirara fijamente.

- Yo estoy conversando con tu amigo. - intenté ser fuerte.

- No lo va a notar. - se acercó como si me fuese a besar.

- ¿Estás seguro?. - miré cada uno de sus movimientos. - Porque le dije que iba al baño hace como 15 minutos.

- Estoy seguro. - siguió acercandose. - Demás que ya está con otra mina. - cerré los ojos esperando a que me besara. - Aunque si quieres, lo dejamos para después...

No dejé que el Erick siguiese hablando pues lo jalé de la polera hasta que quedo casi pegado a mi. Quizás en unas horas más me arrepienta por como mi plan se vino abajo tan rápido pero en este momento necesitaba otra cosa de él.

- Deja de hablar, que la cagas. - lo besé.

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Oigan tristisimo lo que paso ayer con el Eris u.u me daba penita verlo