Only Fans {Erick Pulgar}

Capitulo 109.

Alondra's POV.

Llevaba quince minutos esperando a que la Sherry llegara a buscarme, sin embargo aún ni siquiera se veían las luces del auto y yo ya estaba caga de frío y comenzando a enojarme pues ella había elegido mi outfit para el carrete al que iríamos, asegurando que estaría en la calle de mi edificio antes de que yo bajara.

Saqué mi celular y marqué su número pulsando en cada espacio de la pantalla con rabia cuando sentí unas luces enceguecer mis ojos.

El auto, que estaba polarizado por completo y venía con la música a todo volumen, paró justo en frente mío con las ventanillas descendiendo lentamente, dándolo un aire demasiado misterioso al momento.

- Súbete, weona. - gritó la Sherry desde dentro.

Abrí la puerta del auto, me subí rápidamente y la cerré de un golpe para luego acomodarme en el asiento y ponerme el cinturón de seguridad.

- Tanto que te demoraste. - me crucé de brazos para abrigarme.

- Weona, es que me puse a pelear con el Jean por el auto. - rió.

- Pero si vamos al mismo carrete. - la miré extrañada.

- Al weon le gusta lucirse. - dobló en la esquina para dirigirse a la casa de la Antonia. - Súbele. - dijo al escuchar la intro de la canción "Hasta que Dios Diga".

Obedientemente le hice caso a la Sherry pues la canción también me gustaba para luego sacar el pito que tenía guardado en la cajetilla de cigarros.

- ¿Puedo?. - sonreí.

- Claro. - asintió mientras me miraba sonriendo.

Miré para todos lados cerciorándome que no hubiese ningún efectivo policial cerca, es decir, que no hubiese ningún paco weando y como a simple vista no se veía ninguno, bajé un poco la ventanilla del auto y prendí el caño.

Le di unas cuantas quemadas y cuando sentí que mi pulmones no aguantaban ni una más, solté todo lo que tenia contenido logrando hacer una pequeña neblina que duró un tiempo en el auto.

La verdad es que íbamos en la media nota con la Sherry; música alta, ella fumando cigarro y yo consumiendo marihuana, lo que llamaba la atención de muchos weones quienes silvaban como simios cuando quedaban parados a nuestro lado en las luces rojas del semáforo.

Gracias a la vida, llegamos sin ningún contratiempo a la casa de la Antonia, donde la Sherry estacionó pues teníamos que esperarla unos minutos, ya que estaba terminando de pelearse con los papás.

- Vamos. - dijo enojada apenas se subió al auto.

- ¿Qué pasó, weona?. - pregunté como pude porque estaba prendiendo el pito.

- Na, weon. - recibió el pito que le entregué. - Que mi mamá se queja caleta de que no hago ni una wea cuando siempre me preocupo de que todo esté limpio y ordenado, que mi papá ande dejando la caga en todos lados no es mi culpa tampoco. - le dio una fuerte quemada al pito. - Como mi papá esta cesante y mi mamá esta trabajando, ella está estresada y se desquita conmigo cuando debería pelearsela a él. - se encogió de hombros.

- Igual entiendela. - dijo la Sherry mirandola por el espejo retrovisor pues estaba manejando.

- No, si sé. - la Anto toció. - Pero igual es penca.

- Yo pensé que estaban peleando porque ibai' a salir. - me acomodé en el asiento para quedar mirandolas a las dos.

- Sale pa' alla, weona. - se rió ella. - Si mi mamá es más carretera que yo. - las tres reímos. - Ahora va a ir a tomar a la casa de la tía Kari, si la pelea comenzó porque mi viejo no compró lo que dijo que iba a comprar y mi mamá se confió, pero no se como chucha salí siendo la perjudicada yo. - yo negué con la cabeza dandole a entender que tampoco sabía.