Only Fans {Erick Pulgar}

Capitulo 138.

Erick's POV.

Era capaz de aceptar que la Alondra y el Joaquien se hubiesen involucrado de alguna manera y que siguiesen siendo amigos pero no lo lograba ver con buenos ojos cuando él le coqueteaba y más me enojaba al notar que ella no me entendía.

También la entendí cuando decidió cortarme la llamada pues, ¿quién en su sano juicio aceptaría los shows de una persona que te fue infiel?.

Intenté volver a llamarla a su número de celular, por Whatsapp y hasta por Instagram pero no obtuve respuesta de ella en ninguna de esas aplicaciones, entendiendo que no quería saber nada de mi y mucha razón tenía.

Si ella no me quería responder era porque estaba muy molesta por la manera en la que me expresé y, antes de pelear, preferí darle el espacio y tiempo que ella necesitara para pensar bien las cosas y yo aprovecharía de hacer lo mismo.

Tenía claro que no podía seguir actuando de esa manera, sobre todo cuando era yo quien se había mandado más cagazos en la relación, ya que lo único que lograría sería que ella se aburriera y me enviara a la cresta a puras patás en la raja.

- ¿Qué wea te pasa?. - el Mauricio entró a mi pieza encontrándome tirado sobre la cama.

- Peleé con la Alondra. - suspiré pesadamente.

- ¿Por qué?. - se apoyó en la pared de brazos cruzados.

- Porque no me sé expresar. - levanté un poco mi cabeza y lo miré. - Ahora no me pesca y voy a tener que esperar a que se le pase.

- Como siempre. - se burló. - Te vine a buscar pa' que vayamos a comer algo.

- No quiero. - tenía el estómago totalmente cerrado y por mucho que me sentara en la mesa con ellos, no iba a provar ni un bocado.

- ¿Seguro?. - me miraba con lastima.

- Sí. - respondí sin más.

Él entendió que no quería nada más que estar solo, así que se giró y se fue de mi pieza, sin decir ni preguntar nada más, cerrando la puerta detrás de él.

Me senté en la cama y tomé mi celular para comunicarme con la Alondra, pero al igual que la vez anterior, no recibí ninguna respuesta y con mucha angustia en el corazón, opté por pararme a apagar todas las luces e irme a acostar.

Esa noche, en especial, me costó mucho más quedarme dormido y apesar de que logré conciliar el sueño, no sentí que haya descansado en lo absoluto ya que me despertaba cada cierto tiempo a ver si es que ella me había respondido.

Me desperté antes de que sonara la alarma con muchas ganas de vomitar por la leve sensación de que algo malo iba a pasar o ya estaba sucediendo. Rápidamente me levanté, me destapé y corrí hacía el baño, donde me agaché esperando a que las ganas volvieran, sin embargo, solo comencé a sentir como mi temperatura iba disminuyendo sintiendome muy mareado.

Nunca antes me había sentido de la manera en la que me sentía en ese instante y no sabía si era producto de la angustia de haber peleado con la Alondra o si era porque comí algo que me hizo mal.

Luego de un largo rato, mi cuerpo empezó a volver lentamente a la normalidad, por lo que me pude parar por sí solo y caminar de regreso a mi cama, dejándome caer en el lado donde siempre dormía.

Irónicamente, justo cuando me dejé caer sobre la cama y estaba agarrando el sueño nuevamente, mi alarma sonó y como ya me sentía, lo suficientemente bien, me levanté con la idea de empezar mi día.

Opté por irme a entrenar solo sin que el Luis ni el Mauricio me fuesen a dejar porque necesitaba esos minutos para pensar y buscar una razón o motivo para hablarle. Aparte, tenía que dejar mi cabeza totalmente despejada para que el entrenador no me tuviese de punto.