Capitulo 77.

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Erick's POV.

La cena terminó a las doce de la noche apróximadamente, cuando la Alondra me avisó que ya tenía mucho sueño y quería ir a dormir. Por lógica, se quedó a dormir en mi departamento y al día siguiente la iban a ir a buscar sus amigas.

- Mañana te hablo apenas despierte. - me dijo bostezando y tallando sus ojos.

- Me hablas sipo. - la molesté pues habían veces que parecía que se olvidaba de mi existencia pues podían pasar varias horas y ella no me hablaba.

- Sí, pesado. - rodó los ojos cansada.

- Te dejo descansar. - dije al notar que en verdad ya no le quedaba energía en el cuerpo.

- Menos mal. - rió.

- Igual me quieres. - sonreí a la cámara.

- Te quiero mucho mucho. - alargó la última palabra. - Me gustó mucho todo lo que hiciste hoy por mi, aunque siento que querías marcar territorio. - elevó sus cejas.

- Te dije que sí. - negué con la cabeza pues me había molestado la mitad de la noche con ese mismo tema.

- Me encanta escucharte decirlo. - carcajeó. - Y me da cosa decirte. - se quedó callada.

- Dime. - la miré intentando transmitirle la suficiente seguridad como para que no sintiese miedo a expresarme sus sentimientos.

- Que acá son casi las una de la mañana. - se mordió el labio unos segundos y siguió hablando. - Y yo sé que haya son como las seis, o sea que tú pasaste toda la noche despierto. - noté como se aguaron sus ojos por la emoción. - Y no sé. - suspiró. - Siento que eso marca mucho más que todo lo que hiciste hoy. - cerró los ojos.

- Yo siento que es muy poco. - tomé un poco de aire reteniendolo para luego exhalar.

- Quizás me conformo con poco. - ladeó la cabeza mirando para otro lado.

- Y eso que te lo mereces todo, Alondra. - dije sinceramente.

- No digas eso. - volvió a cerrar los ojos pero esta vez con mucha más fuerza que antes. - No me conoces bien, quizás te falle como a todos los que me rodean.

- No creo que me falles. - la miré sintiendome culpable pues yo sabía que ella era la que se merecía todo, no yo porque ya le había fallado y no era capaz de decirselo.

- No quiero hacerlo. - abrió los ojos y mi mandibula comenzó a tiritar pues me dieron ganas de llorar al sentirme frustrado por no tener el coraje suficiente para serle totalmente honesto. - Pero siemore tengo una tendencia a hacer todo mal. - rió desganada.

- Eso no es cierto. - repliqué al no estar de acuerdo con su autopercepción.

- ¿Por qué?. - preguntó curiosa.

- Porque, yo personalmente, siento que con tu sola existencia le haces bien a muchas personas. - podía estar ocultándole muchas cosas pero jamás le diría algo que no opino de ella. -Tus amigos se movieron caleta para ayudarte y eso solo me da a entender que eres una persona por la que darían todo. - ella estaba demasiado emocionada, por ende no me iba a responder así que seguí hablando. - Y yo quiero conocer esa parte de ti.

- Ya no sigas. - se sorbió los mocos riendo.

- Bueno. - reí y dejé el tema hasta ahí pues no quería incomodarla.

- Ya. - se secó las lagrimas que no alcanzaron a rodar por sus mejillas. - Me voy a dormir. - se acomodó en mi cama y cerró los ojos haciendose la dormida.

- Bueno. - reí. - Hablamos mañana, te quiero.

- Yo también. - sonrió y cortó.

Efectivamente la Alondra tenía razón. Había pasado, apróximadamente, siete horas en el patio de mi casa cagándome de frío pues no quería arruinar la velada yendome a mi habitación. Por lo que inmediatamente después de que la Alondra cortó la vídeo llamada, yo subí corriendo las escaleras, me desvestí para ponerme un buzo y me acosté en la cama abrigandome. Como no tenía sueño, preferí quedarme en la cama revisando mis mensajes y redes sociales.

Only Fans {Erick Pulgar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora