Only Fans {Erick Pulgar}

Capitulo 59.

Alondra's POV.

Iba de camino al aeropuerto junto con el Mauricio pues al Erick no le habían dado permiso para faltar al entrenamiento de la mañana, que era el momento en la que salía mi vuelo.

Sin embargo, se había levantado super temprano, casi madrugando, para alcanzar a hacerme el desayuno y llevarmelo a la cama como despedida. Había aprovechado ese pequeño momento en la mañana para regalonear lo último que podíamos.

Y es por eso que iba mirando la ventana con mucha pena. Pensar que mañana me levantaría sin sentir sus manos en mis muslos, sin sentir sus besos en mi frente cada mañana, sin sentarnos a conversar después de su entrenamiento. Eran muchas cosas y no podía agruparlas todas en un solo sentimientos, porque así como quería llorar también quería reír y saltar por los bellos días que había pasado aquí.

- No estes triste. - me dijo el Mauricio mientras me miraba de reojo.

- No estoy triste. - quité las lagrimas de mis ojos sin que él me notara, o eso pensé yo.

- Si lo estás. - detuvo el auto pues la luz cambió a rojo y me miró.

- Bueno, sí, lo estoy. - suspiré con muchas ganas de llorar pues ya extrañaba al Erick y aparte, porque su amigo me había pillado.

- ¿Estás enamorada?. - me miró sonriendo como si hubiese descubierto un secreto mío, el cual estaba enterrado muy profundo.

- No sabría decirte. - me encogí de hombros pues nunca antes habia sentido lo que estaba sintiendo. - Ya he tenido parejas antes pero no había sentido nada como lo que estoy sintiendo ahora. - cerré los ojos al darme cuenta que era una posibilidad muy grande.

- Yo creo que ambos están enamorado. - comenzó a manejar nuevamente. - Puedes confiar en mi, sienteme como un amigo más. - me sonrio rápidamente pues no quería despegar su vista de la calle.

- ¿Tú crees?. - lo miré dudando.

- Yo creo que sí. - calló un momento. - O sea, estoy seguro que el Erick está enamorado.

- Él no me lo ha dicho, así que no te puedo asegurar nada. - moví la cabeza negando.

- Y le va a costar decírtelo pero lo conozco, sé que está enamorado. - dijo totalmente seguro.

- Ya, cállate, que después me ilusiono. - dije riendo.

- Por lo menos te hice reír. - sonrió él.

- A base de ilusiones. - lo golpeé en el hombro despacio. - Mal amigo.

Durante todo lo que quedaba de trayecto, ninguno de los dos volvió a hablar pues él se concentró totalmente en el camino y yo me concentré en mis pensamientos.

Al llegar al aeropuerto, el Mauricio estacionó el auto lo más cerca que pudo de la entrada y me acompañó hasta que tuve que pasar a la puerta de embarque, donde él ya no podía entrar pues la que iba a viajar era yo y no él.

- Fue un placer conocerte. - me extendió su mano en señal de despedida.

- Igualmente. - no recibí su mano pues lo abracé. - Y gracias por ser mi amigo.

- De nada. - me abrazó de vuelta.

- ¿Te puedo pedir un favor?. - le pregunté cuando nos separamos.

- Dime. - cruzó sus brazos a la altura de su pecho.

- Si el Erick me llega a ser infiel o lleva a otras minas a la casa, ¿me dices? por favor. - le rogué ya que sabía que lo ponía en una posición difícil al ser un amigo muy cercano de él.