Capitulo 49.

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Alondra's POV.

- No, no te preocupes. - lo tranquilicé. - Si igual fue nuestra culpa al no cerrar la puerta. - sonreí.

- Tampoco le des explicaciones. - me tranquilizó el Erick a mi mientras lo miraba feo y su amigo se burlaba.

- Bueno. - se sentó él.

- Sientense ahí. - dijo Luis apuntando los espacios que nos habían dejado.

Me senté a un lado del Erick pues tenía mi comida justo en frente y comencé a comer de a poco mientras escuchaba la conversación que tenían.

- No, culiao, si yo te digo. - dijo uno de ellos. - A ver, Alondra, tú que eres mujer.

- Dime. - metí una papa frita en mi boca.

- Yo le digo al David. - lo apuntó. - Por cierto, me llamo Mauricio. - a lo que todos reímos por intervención tan random. - Que a las mujeres les gustan las sorpresa.

- No a todas. - metí otra papa frita en mi boca y me encogí de hombros como si fuese lo más obvio del mundo.

- ¿A ti no?. - me preguntó el Erick sorprendido.

- No, a mi sí. - asentí lentamente. - Pero conozco mujeres a las que no les gusta. - los miré lentamente. - Seria mejor preguntar directamente.

- Pero es que así cagas la sorpresa. - replicó el Mauricio riendo.

- Pero por eso. - tomé aire para explicarles. - Primero le preguntas si le gustan las sorpresas y como qué tipo de sorpresas, porque no a todas les gusta lo mismo. - levanté el dedo antes de que el Erick comenzara a hablar por lo que se cayó y sus amigos rieron burlescos. - Y claro, ella va a esperar que ese mismo día o al día siguiente llegue una sorpresa, pero como las cosas conllevan también tiempo de planeación, eso te da una ventana de tiempo para que ella se olvide y ¡PUM! le llega la sorpresa siendo sorpresa. - el David y el Luis asintieron encontrandome razón, sin embargo, el Mauricio se quedó pensando.

- En fin, hermano, yo digo que le hagas la sorpresa, no pierdes nada. -  volvió a hablar el Mauricio y tenía razón, también era bonito arriesgarse por alguien.

- ¿Tienes polola?. - sorbí de mi vaso de bebida.

- No. - respondió el David nervioso y todos rieron. - O sea, algo así. - se rascó la nuca. - Algo así como lo que tienen tú con el Erick.

- Ah. - miré al Erick. - Las sorpresas son bonitas. - él desvió la mirada molestando a lo que yo lo empujé.

Después de comer, el David y el Luis se fueron a jugar play en la sala de juego que tenían, en tanto el Mauricio fue a lavar la ropa y yo con el Erick fuimos a descansar a la habitación de él pues los dos habíamos tenido unos viajes bastante largos.

- Tengo mucho sueño. - dije sentandome en la cama mientras me quitaba los aros y los dejaba en la mesita de noche.

- Tienes el horario muy cambiado. - rió quitandose el polerón.

- Si. - me quité las zapatillas y las dejé a un lado de la cama. - ¿Me haces unos masajitos?. - le estiré mis pequeños pies para ver si me hace, o no, masajes.

Se sentó en la cama, tomó uno de mis pies y comenzó a masajearlo por encima del calcetín.

- Que rico. - lo miré por lo bien que se sentía mi pie.

- Relajate. - me ordenó.

Cerré los ojos disfrutando del masaje cuando sentí que el Erick se paró y tomó un control de la mesita de noche, con el cual hizo que la iluminación estuviese más baja y puso música relajante.

Only Fans {Erick Pulgar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora